La incertidumbre laboral es una constante en el mundo actual. Muchos hemos experimentado la transición entre empleos, ya sea por decisión propia o por circunstancias ajenas a nuestra voluntad. En medio de estos cambios, es crucial estar al tanto de nuestros derechos laborales, y uno de los más importantes, a menudo olvidado, es la Participación de los Trabajadores en las Utilidades (PTU). Mayo es el mes clave para este beneficio, y es fundamental comprender si nos corresponde y cómo reclamarlo.

Imaginemos el escenario: has dejado tu anterior empleo y te encuentras inmerso en un nuevo proyecto profesional. O quizás, lamentablemente, te desvincularon de tu trabajo y estás en plena búsqueda de nuevas oportunidades. En ambos casos, podrías tener un ingreso extra esperándote, procedente de las ganancias generadas por tu anterior empleador. Es vital saber que, si trabajaste al menos 60 días durante el año pasado en una empresa que obtuvo beneficios, tienes derecho a una parte proporcional de las utilidades, independientemente de tu situación laboral actual.

La ley es clara: toda empresa o persona física con actividad empresarial que genere ingresos y presente declaraciones ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) está obligada a repartir utilidades entre sus trabajadores. Este derecho constitucional, amparado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), reconoce la contribución fundamental de los empleados al éxito de la empresa. No importa si ya no formas parte de la plantilla, si cumpliste con el mínimo de 60 días laborados, te corresponde una parte de ese éxito.

Ahora bien, ¿cómo saber si tu anterior empresa generó las ganancias suficientes para repartir utilidades? La transparencia en este proceso es esencial. Las empresas deben ser claras con sus empleados, tanto actuales como anteriores, sobre la situación financiera que les permite, o no, cumplir con este derecho. La comunicación abierta y la disposición de la información son claves para generar confianza y evitar malentendidos.

El 30 de mayo es la fecha límite para que las personas morales (empresas) realicen el pago de la PTU. Si trabajabas para una persona física (patrón), el plazo se extiende hasta el 29 de junio. Si has llegado a estas fechas y aún no has recibido tu pago, es importante actuar. El primer paso es contactar con tu antiguo empleador y solicitar información sobre el proceso de reparto de utilidades. Un diálogo claro y respetuoso puede resolver la situación.

En caso de no obtener una respuesta satisfactoria, existen instancias a las que puedes acudir para defender tus derechos. La Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (PROFEDET) ofrece asesoría y representación legal gratuita a los trabajadores que enfrentan problemas con el pago de sus prestaciones. No dudes en buscar su apoyo si te encuentras en esta situación.

Recuerda, la PTU es un derecho que te corresponde como trabajador. Manténte informado, conoce tus derechos y no dudes en reclamar lo que te pertenece. En un contexto económico cambiante, cada ingreso cuenta, y la PTU puede representar un apoyo significativo para tu estabilidad financiera. Infórmate, pregunta, y defiende tus derechos.