
25 de abril de 2025 a las 07:40
Pinchazo en el Metro: ¿Qué pasó en Línea 2?
La creciente ola de inquietud en el Metro de la Ciudad de México ha escalado a niveles alarmantes. Lo que comenzó como reportes aislados de mujeres que sentían un piquete sospechoso al viajar en el STC, seguido de temblores, sudoración, pérdida del equilibrio y una debilidad repentina, se ha transformado en una preocupación generalizada. Las autoridades, tras analizar los casos, han confirmado la existencia de un modus operandi para perpetrar robos, utilizando una sustancia aún no identificada que deja a las víctimas vulnerables.
La incertidumbre se ha intensificado con el testimonio de un usuario de redes sociales, un joven que viajaba en la Línea 2 del Metro. Su relato, estremecedor, detalla cómo un golpe disfrazado entre la multitud, aparentemente con una mochila, le inyectó una sustancia que inicialmente pasó desapercibida. La verdadera magnitud del ataque se manifestó al llegar a la Línea 12, con un dolor agudo, una herida punzante y la escalofriante constatación de la sangre. Los síntomas, idénticos a los reportados por otras víctimas, confirmaron sus peores temores: había sido drogado. La rápida reacción de vomitar, sumada a la atención médica recibida, le salvó de consecuencias más graves. Su mensaje, una alerta a la ciudadanía, resuena con fuerza en la red: el metro, un espacio cotidiano para millones, se ha convertido en un escenario de peligro.
Este nuevo incidente no es un caso aislado. Se suma a una lista creciente de denuncias que han puesto en jaque la seguridad del transporte público. La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), en voz de su titular, Bertha Alcalde Luján, ha confirmado la gravedad de la situación. Si bien hasta el momento se ha descartado la intención de secuestro o agresión sexual en los casos analizados, la confirmación de la presencia de una sustancia que induce somnolencia en al menos una de las víctimas refuerza la hipótesis del robo como móvil principal. La falta de información precisa sobre la sustancia utilizada aumenta la ansiedad y la desconfianza. ¿Qué tipo de droga se está utilizando? ¿Cuáles son sus efectos a largo plazo? ¿Cómo podemos protegernos? Estas son las preguntas que se repiten entre los usuarios del metro, quienes exigen respuestas y acciones concretas.
La situación exige una respuesta inmediata y contundente por parte de las autoridades. Se necesita reforzar la vigilancia en las estaciones, implementar medidas de seguridad más efectivas y, sobre todo, identificar y capturar a los responsables de estos ataques. La tranquilidad de los ciudadanos está en juego. Viajar en el metro no debería ser una ruleta rusa. Es imperativo que se tomen medidas para garantizar la seguridad de todos los usuarios y devolver la confianza en el transporte público. Mientras tanto, la recomendación es clara: mantenerse alerta, evitar las aglomeraciones en la medida de lo posible y reportar cualquier actividad sospechosa a las autoridades. La solidaridad y la precaución son nuestras mejores armas en estos momentos de incertidumbre.
Fuente: El Heraldo de México