La tranquilidad del pintoresco puerto de Progreso, Yucatán, se vio brutalmente interrumpida por un horrendo crimen que ha conmocionado a la comunidad local e internacional. Linda Louise Johnston, una ciudadana estadounidense de 71 años, veterana militar y querida voluntaria del banco de alimentos local, fue encontrada sin vida el pasado 22 de abril, tras varios días desaparecida. El principal sospechoso: su propio hijo, Damon Royce “N”, de 43 años, también estadounidense.

El caso, que ha acaparado la atención mediática, se torna aún más sombrío al descubrirse los detalles de la investigación. Según la Fiscalía General del Estado (FGE) de Yucatán, el presunto feminicidio ocurrió en la propia residencia de Linda, ubicada en Progreso. La reconstrucción de los hechos, basada en testimonios y evidencias recabadas, dibuja un escenario escalofriante: Damon, quien había llegado de Estados Unidos para visitar a su madre, presuntamente la golpeó brutalmente, la estranguló con una soga y posteriormente ocultó su cuerpo en una maleta. El macabro hallazgo se produjo días después en un terreno baldío, donde Damon habría intentado deshacerse del cadáver.

La figura de Damon Royce “N” se perfila como la de un individuo con un historial de violencia. Reportes de medios estadounidenses indican que Linda había confesado a familiares que su hijo había intentado estrangularla en el pasado. Además, se ha revelado que Damon cuenta con antecedentes penales por agredir a su exnovia con un bate, un dato que añade una capa más de perturbación a este ya de por sí trágico suceso.

Un testimonio clave en la investigación ha sido el de Ana “N”, conductora de una plataforma de transporte. La mujer relató a las autoridades que Damon la contrató para buscar un contenedor en la playa donde pretendía deshacerse de unas bolsas negras, presuntamente pesadas. Al no encontrar un lugar adecuado, Damon regresó al punto de partida y se negó a pagar el servicio. La colaboración de Ana con las autoridades resultó fundamental para la posterior localización del cuerpo de Linda.

La versión ofrecida por Damon, quien alega que su madre salió de casa ebria la noche de su desaparición, ha sido recibida con escepticismo por quienes conocían a Linda. Vecinos y amigos la describen como una mujer responsable, dedicada a su labor voluntaria y muy querida en la comunidad. Su repentina desaparición y la posterior revelación de su trágica muerte han dejado un profundo vacío en Progreso.

La detención de Damon Royce “N” y la posterior orden de aprehensión por feminicidio agravado emitida por un juez de control marcan un paso importante en la búsqueda de justicia para Linda Louise Johnston. Sin embargo, la investigación continúa abierta, con las autoridades trabajando arduamente para esclarecer todos los detalles de este atroz crimen que ha conmocionado a la sociedad yucateca. La comunidad espera que se haga justicia y que la memoria de Linda, una mujer que dedicó su vida al servicio de los demás, sea honrada. El caso, sin duda, plantea interrogantes sobre la violencia intrafamiliar y la importancia de la prevención y atención a las víctimas. Queda la esperanza de que este trágico suceso sirva como un llamado a la reflexión y a la acción para construir una sociedad más segura y libre de violencia.