
25 de abril de 2025 a las 08:30
¡Hallados! Tres hermanitos regresan a casa en Empalme.
La angustia que se apoderó de Empalme, Sonora, tras la desaparición de tres pequeños hermanos, finalmente se ha disipado. Moisés, Fausto y Melani, de 9, 11 y 13 años respectivamente, quienes se ausentaron de su hogar el pasado 21 de abril, han sido localizados sanos y salvos en Hermosillo, poniendo fin a días de intensa búsqueda y preocupación. La noticia, que ha recorrido el estado como un bálsamo de alivio, confirma que los menores no fueron víctimas de ningún delito durante su breve travesía lejos de casa.
La Fiscalía General del Estado de Sonora (FGJES), en un comunicado que respira tranquilidad, ha detallado que la investigación apuntó hacia problemas familiares como el detonante de la fuga. Los niños, en su declaración ante las autoridades, corroboraron esta versión, asegurando no haber sufrido daño alguno mientras se encontraban fuera del resguardo familiar. Este testimonio ha sido fundamental para comprender las circunstancias de su partida y para enfocar los esfuerzos en la reconstrucción del núcleo familiar.
La eficiente labor de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal y la Vicefiscalía de Personas Desaparecidas fue crucial para el feliz desenlace. Tras activar la Alerta Amber y desplegar un operativo de búsqueda, lograron ubicar a los hermanos en las calles de Hermosillo, apenas tres días después de su desaparición. Más allá de la localización, las autoridades se enfocaron en garantizar el retorno seguro de los menores a Empalme y en el restablecimiento de su protección integral, un aspecto fundamental para prevenir futuras situaciones similares.
La historia de Moisés, Fausto y Melani pone de manifiesto la compleja realidad que viven muchas familias sonorenses. Si bien el regreso de los niños a su hogar es motivo de celebración, la FGJES ha aprovechado la ocasión para reiterar su compromiso en la lucha contra la violencia familiar. La institución ha subrayado la importancia de la atención inmediata en casos de desaparición, especialmente cuando se trata de menores de edad, y ha reafirmado su determinación para proteger el bienestar de las familias en Sonora.
Este caso nos invita a reflexionar sobre la importancia de fortalecer los lazos familiares y de crear entornos seguros para nuestros niños y jóvenes. Es un recordatorio de que la prevención y la atención oportuna son claves para evitar situaciones que pongan en riesgo su integridad. La FGJES, con su actuación, no solo ha devuelto la tranquilidad a una familia en particular, sino que ha enviado un mensaje de esperanza y compromiso a toda la comunidad sonorense: la protección de la infancia es una prioridad. Ahora, el desafío radica en brindar a esta familia el apoyo necesario para sanar las heridas y reconstruir un hogar donde Moisés, Fausto y Melani puedan crecer en un ambiente de armonía y seguridad. La sociedad sonorense, sin duda, estará atenta al desarrollo de esta historia, esperando que se convierta en un ejemplo de superación y resiliencia.
Fuente: El Heraldo de México