
25 de abril de 2025 a las 09:30
Esquiva la censura: Tu voz importa
La sombra de la censura se cierne sobre México. Lo que antaño se pregonaba como la bandera de la libertad, hoy se convierte en la mordaza que busca silenciar cualquier voz disidente. El partido en el poder, Morena, y sus aliados, avanzan con paso firme en su afán de controlar la narrativa, moldeando una realidad a su conveniencia y castigando cualquier atisbo de crítica. El pretexto, la difusión de spots del gobierno estadounidense que, según la óptica oficialista, denigraban la imagen de los migrantes. Una indignación selectiva, por cierto, que contrasta con la indiferencia mostrada ante la tragedia de Ciudad Juárez, donde la negligencia gubernamental cobró la vida de 40 migrantes. Un caso rápidamente archivado, una "justicia" expedita que deja un sabor amargo y evidencia la profunda incongruencia entre el discurso y la acción.
Mientras se erigen como defensores de la soberanía nacional, se teje una trama para controlar las telecomunicaciones, un ataque directo a la pluralidad de ideas. La nueva ley, aprobada con la celeridad que caracteriza las decisiones trascendentales en este país, no es más que la bala de la censura, dispuesta a asesinar la verdad para imponer la narrativa oficial. Una ley que no nació de la noche a la mañana, sino que aguardaba pacientemente en el manual de la "transformación", lista para ser desplegada en el momento oportuno. El objetivo es claro: controlar no solo los medios tradicionales, ya sometidos a su voluntad, sino también las redes sociales, último bastión de la resistencia ciudadana, donde la denuncia y la crítica aún encuentran un espacio para resonar.
Un dictamen que llegó al Senado envuelto en la oscuridad de la noche y fue aprobado en menos de 24 horas, sin análisis, sin debate, sin la mínima consideración que merece un tema de tal envergadura. Un proceso opaco que refleja el desprecio por el diálogo y la imposición de la voluntad de unos pocos sobre la voz de muchos. La nueva ley, bautizada ya como la "Ley Censura", extiende sus tentáculos hacia la televisión restringida, las plataformas digitales, las aplicaciones e incluso los informativos internacionales. Un cerco informativo que busca aislar a la ciudadanía y confinarla a la única verdad permitida, la del régimen.
La promesa de cambio se ha transformado en una amenaza a las libertades fundamentales. La destrucción de las instituciones autónomas, el despilfarro del presupuesto y la complicidad de actores que antaño se presentaban como críticos, dibujan un panorama desolador. El poder se concentra en manos del Ejecutivo, con la sumisión del Legislativo y la inminente captura del Judicial. Los poderes fácticos, antes criticados, ahora son aliados estratégicos en la consolidación de este nuevo orden autoritario. Con esta reforma, el gobierno de Claudia Sheinbaum apuesta por un control absoluto, no solo de los medios, sino también del discurso público. Una estrategia que busca silenciar cualquier voz disidente y perpetuar su dominio. ¿Dónde quedan las promesas de un México más justo y democrático? ¿Qué futuro les espera a las nuevas generaciones bajo el yugo de la censura y el control? La "Ley Censura" no solo es un retroceso en materia de libertad de expresión, sino una confirmación de que Morena sí representa un peligro para México. Un peligro que se cierne sobre todos aquellos que anhelamos un país donde la verdad no sea un delito y la libertad, un derecho inalienable.
¿Será que las voces que antes se alzaban contra la censura, ahora, cómodamente instaladas en el poder, han olvidado sus principios? ¿Será que la promesa del poder ha silenciado sus conciencias? Preguntas que resuenan en el aire, esperando una respuesta que, tal vez, nunca llegue. Mientras tanto, la sombra de la censura se alarga, amenazando con sumir a México en la oscuridad del silencio.
Fuente: El Heraldo de México