
25 de abril de 2025 a las 03:30
Alerta: Gripe aviar golpea Nuevo León
La sombra de la gripe aviar vuelve a cernirse sobre Nuevo León. Tras la confirmación del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) de un caso en una granja comercial del municipio de Marín, la preocupación se ha extendido como la pólvora. Las autoridades estatales, con el Secretario de Desarrollo Agropecuario, Marco González, a la cabeza, han confirmado la alarmante cifra de 10 granjas afectadas en toda la entidad. El espectro del 2022, cuando un brote similar puso en jaque al sector avícola, revive en la memoria colectiva.
La maquinaria de contención se ha puesto en marcha. En una carrera contra el tiempo, se trabaja en estrecha colaboración con Senasica implementando los protocolos aprendidos a base de duras experiencias. El sacrificio masivo de aves y su posterior entierro se han convertido en la triste realidad de varias granjas, una medida drástica pero necesaria para frenar la propagación de este enemigo invisible.
¿Pero qué es exactamente la gripe aviar y por qué genera tanta alarma? Conocida también como influenza aviar, esta enfermedad viral acecha principalmente a las aves, en especial a las de corral como pollos, patos y pavos. Causada por el virus de la influenza tipo A, presenta diversas cepas, algunas de ellas altamente patógenas, capaces de desencadenar brotes devastadores y una alta mortalidad entre las aves.
El virus se propaga sigilosamente a través de secreciones respiratorias, heces y el contacto con superficies contaminadas. La posibilidad, aunque remota, de transmisión a humanos, es lo que enciende las alarmas a nivel internacional. Cepas como el H5N1 y el H5N8 han demostrado tener ese potencial, y aunque los casos en humanos son poco comunes, su gravedad e incluso letalidad, son un recordatorio constante de la amenaza latente.
En las aves, los síntomas son claros: dificultad para respirar, plumaje erizado, hinchazón en la cabeza y cuello, y una disminución en la producción de huevos, un duro golpe para la industria avícola. En humanos, la sintomatología inicial puede confundirse con una gripe común, pero la posibilidad de que evolucione a enfermedades respiratorias severas, exige estar alerta y acudir al médico ante cualquier sospecha.
Ante este panorama, la prevención se convierte en el arma más eficaz. El control de la gripe aviar implica un abanico de medidas que van desde el sacrificio de aves infectadas y restricciones al transporte de aves vivas, hasta la vigilancia sanitaria y la vacunación en determinados casos.
Pero la responsabilidad no recae únicamente en las autoridades. Cada individuo juega un papel crucial en la prevención. Evitar el contacto directo con aves enfermas o muertas, así como mantener una escrupulosa higiene, son medidas fundamentales para protegerse. Lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de manipular aves o sus productos, y cocinar la carne de ave a temperaturas adecuadas para eliminar cualquier rastro del virus, son precauciones que no debemos pasar por alto.
Si vives o trabajas en zonas con presencia de aves de corral o silvestres, la precaución debe ser aún mayor. Informarse sobre las medidas de bioseguridad recomendadas por las autoridades sanitarias, y reportar cualquier caso sospechoso de gripe aviar, son acciones que contribuyen a la protección colectiva.
La lucha contra la gripe aviar es una tarea conjunta. Desde las autoridades hasta cada ciudadano, todos debemos asumir la responsabilidad de prevenir la propagación de esta enfermedad. La información, la prevención y la actuación responsable son las claves para proteger nuestra salud, la de nuestras familias y la del sector avícola, un pilar fundamental de nuestra economía.
Fuente: El Heraldo de México