
25 de abril de 2025 a las 17:30
Adiós al Papa Francisco: El mundo se une en el Vaticano
El mundo se prepara para despedir al Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano, en un funeral que promete ser un evento histórico de magnitud global. Tras cuatro días de capilla ardiente en la Basílica de San Pedro, donde miles de fieles, incluyendo a muchos italianos que aprovecharon el día feriado, se congregaron para dar su último adiós al jesuita argentino, la organización del funeral entra en su fase final. La imagen de la larga fila de peregrinos, con rostros marcados por la emoción y la devoción, recorriendo la nave central de la imponente basílica para rendir homenaje al Papa, quedará grabada en la memoria colectiva. Testimonios conmovedores como el de Ian Delmonte, un filipino de 35 años, que afirmó "Pase lo que pase tenemos que entrar", o el de Michelle Alcaide, también filipina, quien expresó sentirse "bendecida por verle por última vez", reflejan el profundo impacto que Francisco tuvo en la vida de millones de personas.
La ceremonia de cierre del féretro, un acto privado presidido por el cardenal camarlengo Kevin Farrell, marcará el inicio del último viaje del Papa. La magnitud del evento se refleja en la presencia confirmada de cincuenta jefes de Estado y diez monarcas en ejercicio, incluyendo figuras como el presidente estadounidense Donald Trump, el rey Felipe VI de España y el secretario general de la ONU, António Guterres. La asistencia de líderes mundiales de diversas ideologías y procedencias subraya la trascendencia del legado de Francisco, un Papa que supo tender puentes y promover el diálogo. La presencia de líderes como Javier Milei y Luiz Inácio Lula da Silva, con posturas políticas divergentes, en un mismo espacio para honrar al pontífice, es un testimonio del poder unificador de su figura. Incluso el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tras días de silencio, expresó sus condolencias, un gesto significativo en un contexto de tensiones entre la Santa Sede e Israel.
El funeral de Francisco será excepcional también por su ubicación: la basílica de Santa María la Mayor de Roma, marcando la primera vez desde 1903 que un pontífice es enterrado fuera del Vaticano. El cortejo fúnebre, que recorrerá las calles de Roma pasando por lugares emblemáticos como el Coliseo, será un evento multitudinario, con pantallas gigantes para que el público pueda seguir la ceremonia. La sencillez de la tumba, en mármol y con la inscripción "Franciscus", refleja la humildad que caracterizó el pontificado de Francisco, un Papa que llegó "del fin del mundo" y que priorizó la cercanía con los más vulnerables. La reproducción de la cruz pectoral que llevaba en vida acompañará su descanso final, un símbolo de su fe y su compromiso con los pobres.
Las autoridades italianas han desplegado un importante operativo de seguridad, con una zona de exclusión aérea, unidades antidrones y francotiradores, para garantizar la seguridad del evento. La magnitud del dispositivo refleja la importancia del funeral y la necesidad de prevenir cualquier incidente en un momento de alta sensibilidad. Mientras el mundo se despide de Francisco, la Iglesia Católica se prepara para el cónclave que elegirá a su sucesor. El cardenal Jean-Marc Aveline, en una emotiva homilía, expresó el sentimiento de orfandad que muchos católicos experimentan tras la muerte del Papa. Sin embargo, el Vaticano ha decidido posponer el anuncio de la fecha del cónclave, priorizando el respeto al periodo de duelo. Los Novendiales, los nueve días de duelo en el Vaticano, comenzarán el sábado, marcando el inicio de una nueva etapa para la Iglesia Católica.
La presencia de Donald Trump en el funeral, su primer viaje internacional desde su investidura, añade otra capa de complejidad al evento. El presidente estadounidense, que ha mantenido enfrentamientos comerciales y diplomáticos con varios de los líderes presentes, tiene previsto celebrar reuniones bilaterales al margen del funeral. Este hecho convierte el funeral del Papa Francisco no solo en un evento religioso de gran importancia, sino también en un escenario diplomático con potencial para generar nuevos acuerdos y tensiones. El mundo entero estará observando, no solo para despedir a un Papa querido y admirado, sino también para vislumbrar los posibles movimientos en el tablero geopolítico.
Fuente: El Heraldo de México