La justicia, un pilar fundamental de nuestra sociedad, se encuentra en constante evolución. En este contexto, la participación de Yolanda Otero García en el proceso electoral para magistrada del Tribunal de Disciplina Judicial cobra especial relevancia. Con el número 11 en la boleta turquesa, Otero García se presenta ante la ciudadanía el próximo 1 de junio, con la firme convicción de aportar su vasta experiencia y conocimiento al servicio de la justicia.

Su visión, centrada en la protección ciudadana, resalta la importancia del servidor público como ejecutor de la ley. No se trata simplemente de aplicar normas, sino de hacerlo con conocimiento, imparcialidad, neutralidad y, sobre todo, con un profundo respeto al marco legal que rige su actuar. Otero García enfatiza la vulnerabilidad de la ciudadanía ante posibles abusos de poder cuando estas premisas se ven comprometidas. La injusticia, en sus palabras, se siente, se vive, y trasciende, afectando la vida de todos.

Para Otero García, la proximidad de la justicia al pueblo es crucial. Los juzgadores, como garantes de la legalidad, deben poseer una ética intachable, un profundo respeto por la ley y la capacidad de aplicarla con rectitud. La subjetividad y los criterios personales no deben interferir en la aplicación objetiva de la normativa. En este sentido, la defensa de los derechos humanos requiere un trabajo meticuloso y ponderado, siempre bajo el principio pro persona, garantizando la protección y el bienestar del individuo.

La eficiencia en la resolución de los asuntos judiciales es otro de los pilares de la propuesta de Otero García. La dilación en los procesos judiciales, argumenta, genera un impacto negativo en la vida de las personas. La justicia tardía, muchas veces, se convierte en justicia denegada, perpetuando situaciones de incertidumbre y angustia. La celeridad en la administración de justicia, por lo tanto, se convierte en un elemento fundamental para garantizar la efectividad del sistema.

La candidatura de Yolanda Otero García se presenta, pues, como una oportunidad para fortalecer el Tribunal de Disciplina Judicial. Su compromiso con la ética, la justicia cercana al pueblo, la aplicación rigurosa de la ley y la eficiencia en los procesos judiciales la convierten en una figura prometedora para el futuro de la justicia en nuestro país. El próximo 1 de junio, la ciudadanía tendrá la oportunidad de decidir si confía en su visión y le otorga la responsabilidad de velar por la integridad del sistema judicial. La elección es crucial, y la participación ciudadana, fundamental para construir un futuro más justo y equitativo para todos. Invitamos a la reflexión y a la participación informada en este importante proceso electoral. El futuro de la justicia está en juego.