
25 de abril de 2025 a las 00:20
Selfies con el Papa: ¿Falta de respeto?
El debate se enciende en torno a la despedida del Papa Francisco. Mientras miles de fieles peregrinan a Roma para rendir su último homenaje al pontífice, una ola de críticas inunda las redes sociales. El motivo: la proliferación de fotografías, videos e incluso selfies tomados junto al féretro del Santo Padre en la Basílica de San Pedro. Muchos consideran estas acciones como una flagrante falta de respeto en un momento tan solemne, una profanación del duelo colectivo y una muestra de la superficialidad imperante en la era digital.
La controversia pone de manifiesto la compleja relación entre la fe, el respeto a la muerte y el uso de la tecnología en la sociedad contemporánea. ¿Dónde está el límite entre documentar un acontecimiento histórico y caer en la banalización de la muerte? ¿Son las redes sociales un espacio adecuado para compartir momentos de dolor y recogimiento, o se convierten en un escaparate de vanidad y exhibicionismo?
Las imágenes que circulan por internet, algunas mostrando a personas sonriendo junto al cuerpo del Papa Francisco, han generado indignación y tristeza en muchos creyentes. Se cuestiona la sensibilidad de quienes, en lugar de mostrar respeto y recogimiento, parecen más preocupados por obtener la foto perfecta para sus perfiles en redes sociales. Se habla de una pérdida de valores, de una falta de empatía y de la trivialización de un momento sagrado.
Por otro lado, algunos argumentan que se trata simplemente de una forma moderna de expresar el duelo, de compartir la experiencia con seres queridos que no pueden estar presentes. Aseguran que no hay mala intención en estas fotografías y videos, y que se trata de un registro personal del último adiós al Papa Francisco. Sin embargo, esta defensa no convence a quienes consideran que la solemnidad del momento exige un comportamiento más respetuoso y discreto.
El Vaticano, por su parte, se encuentra en una situación delicada. Si bien no ha emitido un comunicado oficial al respecto, la presión social es cada vez mayor. Se espera que en los próximos días se refuercen las medidas de seguridad en la Basílica de San Pedro para evitar que se repitan estas escenas. Quizás se implementen restricciones en el uso de dispositivos móviles o se aumente la presencia de personal para controlar el comportamiento de los visitantes.
Más allá de las medidas que se tomen, la polémica deja una profunda reflexión sobre el uso responsable de la tecnología y la importancia del respeto en momentos de dolor. La despedida del Papa Francisco se ha convertido en un escenario inesperado para debatir sobre los límites de la privacidad, la ética en las redes sociales y el significado del duelo en el siglo XXI. La pregunta que queda en el aire es si aprenderemos de esta experiencia o si seguiremos inmersos en una cultura de la imagen que, a veces, nos aleja de lo verdaderamente importante. El debate está abierto.
Fuente: El Heraldo de México