La repentina partida de Daniel Bisogno dejó un vacío inmenso en el mundo del espectáculo, pero también un complejo escenario familiar en torno a su herencia. A dos meses de su fallecimiento, la atención se centra en la figura de Charly Moreno, último compañero sentimental del conductor de Ventaneando, quien aún reside en uno de los departamentos del presentador. Este inmueble, ubicado en la vibrante Zona Rosa, epicentro de la vida nocturna capitalina y donde la pareja solía disfrutar de la compañía de amigos de la comunidad LGBTT, forma parte del legado destinado a Michaela, la hija que Bisogno tuvo con Cristina Riva Palacio.

La situación ha generado una ola de especulaciones y tensiones familiares. Los parientes de Bisogno buscan que Moreno desocupe la propiedad, argumentando que forma parte de la herencia legítima de la menor. Este hecho ha avivado las llamas de una controversia que se extiende más allá de la residencia de Moreno. Alex Bisogno, hermano del fallecido, ha sido señalado por Pati Chapoy, icónica figura de TV Azteca, de intentar administrar los bienes de Daniel, incluso de sustraer algunas pertenencias. Una acusación grave que añade un nuevo capítulo a este drama familiar.

La herencia de Bisogno, compuesta por tres propiedades, se encuentra en el centro del huracán. La ausencia de un testamento ha otorgado a Cristina Riva Palacio, madre de Michaela, el rol de albacea, una posición que, según las versiones que circulan, ha generado fricciones con la familia del conductor. El periodista Javier Ceriani ha sido uno de los principales difusores de esta información, contribuyendo a la creciente atención mediática que rodea el caso.

La polémica se intensifica con las declaraciones de Alex Bisogno, quien, a través de un comunicado, negó la existencia de disputas por la herencia. Sin embargo, sus palabras dejaron entrever la preocupación por el bienestar del padre de Daniel, un aspecto que, según él, su hermano también deseaba asegurar. Además, Alex apuntó directamente a Cristina Riva Palacio, acusándola de “desaparecer” las cenizas de Daniel y de cambiar las cerraduras de una de las propiedades, acciones que, de ser ciertas, añadirían un matiz aún más turbio a este ya complejo escenario.

La falta de transparencia y las acusaciones cruzadas alimentan la incertidumbre. ¿Cuál es la verdad detrás de la permanencia de Charly Moreno en el departamento? ¿Existen realmente intenciones ocultas en la administración de la herencia? ¿Qué papel juega el bienestar del padre de Daniel en esta ecuación? Interrogantes que flotan en el aire mientras la familia Bisogno atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia, bajo la implacable mirada pública. El futuro de la herencia de Daniel Bisogno se presenta como un camino espinoso, lleno de incertidumbres y posibles revelaciones que podrían cambiar el curso de esta historia. Solo el tiempo dirá qué depara el destino a los involucrados en este drama familiar que ha trascendido las paredes del hogar para convertirse en tema de conversación nacional.