En el corazón del proceso de transformación del sistema de justicia mexicano, la candidata a magistrada Nelly Montealegre Díaz emerge como una figura comprometida con la transparencia, la humanización del derecho y la eficiencia en los procesos judiciales. Su trayectoria, marcada por 26 años de servicio impecable, la posiciona como una voz autorizada para hablar de los retos y las oportunidades que enfrenta el Poder Judicial de la Federación.

Desde sus inicios como abogada victimal en el Centro de Atención a Violencia Intrafamiliar, Montealegre Díaz ha experimentado de primera mano la importancia de una justicia cercana a la gente, una justicia que no solo se aplique con rigor técnico y jurídico, sino que también considere el impacto humano de cada decisión. "Es un trabajo en el que todos los días te vas a dormir muy tranquila. Hiciste algo por salvar a alguien, hiciste algo por tu país, hiciste algo por las personas", recuerda con convicción, palabras que revelan la profunda vocación de servicio que la impulsa.

En su recorrido por las calles, escuchando las inquietudes de la ciudadanía durante la campaña electoral, ha constatado la necesidad de un cambio real en la percepción de la justicia. "Este contacto ciudadano nos ayuda muchísimo a enriquecer la formación académica y el trabajo profesional", afirma, reconociendo el valor de la interacción directa con las personas a las que se debe la justicia.

Uno de los principales desafíos que ha identificado es la lentitud de los procesos judiciales, una problemática que a menudo desalienta a quienes buscan justicia. "Van desistiendo, van abandonando, van dejando de importarles estos procesos por lo tardado", lamenta. Sin embargo, se muestra optimista ante las nuevas disposiciones de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, que establecen un plazo de seis meses para la resolución de los casos. "Es un estándar que se va a tener", asegura, con la firmeza de quien se compromete a trabajar por una justicia más expedita.

Montealegre Díaz no solo se limita a diagnosticar los problemas, sino que propone soluciones concretas. Su compromiso con una justicia transparente y humana, apegada al estado de derecho y a los estándares internacionales, se traduce en la promesa de un análisis técnico y jurídico riguroso de cada caso. "Eso es lo que valida una justicia mucho más equitativa y mucho más cercana a la gente", explica.

Además, su impecable historial, libre de sanciones penales o administrativas y de recomendaciones de la Comisión de Derechos Humanos, refuerza la confianza en su capacidad para ejercer el cargo con probidad y rectitud. "Necesitamos que el pueblo de México tenga muy claro que este proceso en verdad está transformando el sistema de justicia", enfatiza, invitando a la ciudadanía a ser partícipe de este cambio.

Finalmente, con la mirada puesta en el futuro, Nelly Montealegre Díaz extiende una invitación a la ciudadanía: marcar el número 08 en la boleta electoral. Un llamado a quienes creen en una justicia más humana, más eficiente y más transparente, a quienes confían en su experiencia y en su compromiso inquebrantable con el servicio público. Un llamado a construir, juntos, un sistema de justicia que esté a la altura de las necesidades y las expectativas del pueblo mexicano.