La tormenta mediática desatada por las declaraciones de Vanessa Arias sobre la supuesta violencia sufrida a manos de su expareja, José Luis Reséndez, continúa generando controversia. Reséndez, lejos de permanecer en silencio, ha decidido responder a las acusaciones a través de una transmisión en vivo en su cuenta de TikTok, plataforma que se ha convertido en un escenario recurrente para ventilar disputas públicas. El actor, originario de Monterrey, ha expresado su incredulidad ante la renovada atención que ha recibido este tema, un asunto que, según él, se remonta a varios años atrás. Con un tono desafiante, Reséndez ha invitado a quienes quieran creer en la versión de Arias a hacerlo, asegurando que las acusaciones no le afectan "en lo más mínimo". Esta actitud, sin embargo, contrasta con la advertencia que lanzó posteriormente, dejando entrever posibles acciones legales contra la actriz por difamación.

Reséndez ha profundizado en su postura, afirmando que, a pesar de haber considerado a Arias una mujer atractiva en el pasado, no tiene ningún interés en retomar la relación. El actor ha criticado la persistencia de las quejas de su expareja, calificándolas de "lamentables" y sugiriendo que se han extendido por "30 años". Esta afirmación añade una nueva capa de complejidad a la narrativa, planteando interrogantes sobre la historia previa de la relación y la posible existencia de conflictos no resueltos.

A pesar de su aparente indiferencia ante las acusaciones, Reséndez ha insistido en la necesidad de pruebas que respalden las afirmaciones de Arias. Ha retado a la actriz a presentar denuncias, fotos o cualquier evidencia que sustente sus dichos. Este desafío público busca no solo desacreditar a Arias, sino también proteger la imagen del actor ante la opinión pública. La mención de sus hijas añade un elemento emocional al discurso de Reséndez, argumentando que este tipo de declaraciones podrían afectarlas negativamente. Este argumento apela a la sensibilidad del público y refuerza la idea de que el actor está siendo injustamente atacado.

La posibilidad de una demanda por difamación se presenta como el punto culminante de la controversia. Reséndez ha expresado su deseo de que el conflicto se resuelva en los tribunales, confiado en que la justicia le dará la razón. Esta declaración no solo representa una amenaza legal para Arias, sino también una estrategia para presionarla a retractarse de sus acusaciones o a presentar pruebas contundentes. La incertidumbre sobre el futuro de este enfrentamiento mantiene en vilo a la audiencia, que espera con expectación el siguiente capítulo de esta historia. ¿Presentará Arias las pruebas que Reséndez exige? ¿Se llevará a cabo la demanda por difamación? Estas son algunas de las preguntas que quedan en el aire, mientras la polémica continúa alimentándose en el espacio virtual.