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24 de abril de 2025 a las 05:40

Horror en [Ciudad]: Nieto capturado tras macabro hallazgo

La tragedia ha golpeado de nuevo al Estado de México, dejando al descubierto la crueldad que puede esconderse tras las paredes de un hogar. El escalofriante hallazgo de los cuerpos sin vida de Aurora “N” y Salud “N”, madre e hija, de 63 y 95 años respectivamente, en el interior de un refrigerador industrial en su propia casa, ha conmocionado a la comunidad de Tlalnepantla y al país entero. Un acto de violencia extrema que, según las investigaciones, apunta directamente a Jesús Efrén “N”, hijo y nieto de las víctimas.

El silencio que reinaba en la vivienda de la calle Lerdo de Tejada, en la colonia Marina Nacional, desde el 15 de enero de 2024, despertó la alarma entre los familiares. Cuatro días sin saber de ellas fue suficiente para que la preocupación se convirtiera en angustia y se diera aviso a las autoridades. Lo que encontraron al ingresar al domicilio fue una escena digna de una pesadilla: los cuerpos de Aurora y Salud, mostrando evidentes signos de violencia, ocultos en un refrigerador industrial. El horror se apoderó de todos los presentes. ¿Cómo era posible que algo así sucediera dentro de las paredes de un hogar, en el seno de una familia?

La investigación, llevada a cabo por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) en colaboración con la Fiscalía de Morelos, se centró inmediatamente en Jesús Efrén “N”, de 26 años, quien vivía con las víctimas. Las cámaras de seguridad de la vivienda se convirtieron en testigos mudos del horror. En las grabaciones se puede observar a Jesús Efrén horas antes del crimen, portando una escoba y conversando con su madre. Al día siguiente, las cámaras lo captaron abandonando la casa con una bolsa, marcando su última ubicación conocida en Tlalnepantla. Esta evidencia, junto con los testimonios de vecinos que describían al joven como violento a pesar del apoyo económico que recibía de su madre y abuela, lo convirtieron en el principal sospechoso.

La búsqueda de Jesús Efrén se extendió por meses, convirtiéndose en una carrera contra el tiempo. Finalmente, tras un arduo trabajo de inteligencia y coordinación interinstitucional, la justicia logró alcanzarlo. El 22 de abril de 2025, fue aprehendido en la colonia Amado Salazar, en Tlaltizapán, Morelos, donde se ocultaba bajo una identidad falsa, tejiendo historias de engaños y pérdidas familiares para ganarse la confianza de quienes lo acogieron. Un intento desesperado por escapar de la sombra de su terrible crimen.

Ahora, Jesús Efrén se encuentra recluido en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social Lic. Juan Fernández Albarrán, en Tlalnepantla, a la espera de que un juez determine su situación jurídica. La ley mexiquense, que considera agravantes el parentesco con las víctimas y el ocultamiento de los cuerpos, podría condenarlo a una pena de entre 40 y 70 años de prisión.

Este doble feminicidio vuelve a poner sobre la mesa la alarmante situación de violencia de género que se vive en el Estado de México. Las cifras, frías y contundentes, nos recuerdan la urgencia de implementar medidas más efectivas para proteger a las mujeres y erradicar esta terrible lacra. El caso de Aurora y Salud no puede quedar impune. Su memoria exige justicia y un compromiso real para que ninguna mujer más sea víctima de la violencia. Es un llamado a la reflexión, a la acción y a la construcción de una sociedad donde la vida y la dignidad de las mujeres sean respetadas y protegidas.

Fuente: El Heraldo de México