
24 de abril de 2025 a las 09:05
Francisco en Argentina: ¿La visita soñada?
La partida del Papa Francisco ha dejado un vacío profundo en el corazón de millones de mexicanos. Su figura, siempre cercana a los más vulnerables, resonó con especial fuerza en un país marcado por profundas desigualdades y desafíos sociales. Desde 2018, su afinidad con los movimientos progresistas y su preocupación por la situación de México fueron evidentes. A pesar de no haber pisado suelo mexicano durante su pontificado, su mirada estuvo siempre puesta en nuestra nación, un gigante católico que lucha contra la violencia y la desigualdad. Sus palabras, a menudo pronunciadas en entrevistas con Valentina Alazraki, resonaban con la fuerza de quien comprende la complejidad de la realidad mexicana. "El Diablo le tiene bronca a México", una frase que generó controversia y múltiples interpretaciones, refleja la preocupación del pontífice por la violencia que azota al país. Algunos la vincularon con la herencia del sexenio anterior, otros con la estrategia de seguridad del gobierno en turno. Independientemente de la interpretación, la frase puso de manifiesto la atención que Francisco prestaba a la realidad mexicana. Su llamado al diálogo y a la reconstrucción del tejido social, así como su firme oposición a la construcción del muro fronterizo, lo convirtieron en un defensor de los derechos humanos y de los más necesitados.
La conexión entre México y el Papa Francisco trascendió las fronteras políticas. El encuentro privado entre Claudia Sheinbaum, entonces candidata presidencial, y el pontífice en el Vaticano, evidenció la importancia de su mensaje para las nuevas generaciones de líderes. La intención de invitarlo a México, un anhelo compartido por diversos sectores de la sociedad, se vio truncada por el delicado estado de salud del Papa. A pesar de ello, la posibilidad de su visita ilusionó a muchos y demostró el cariño y respeto que el pueblo mexicano sentía por él. La presencia de una delegación mexicana en el funeral del Papa, encabezada por figuras como Rosa Icela Rodríguez, Clara Luz Flores y los cardenales Carlos Aguiar Retes y Francisco Robles, es una muestra más del profundo lazo que une a México con la figura de Francisco.
Más allá del ámbito religioso, México enfrenta desafíos cruciales que requieren soluciones innovadoras. La crisis hídrica, que afecta a gran parte del territorio nacional, exige una respuesta integral y multisectorial. El ejemplo de Querétaro, un estado que ha invertido en soluciones estructurales para combatir la escasez, demuestra que es posible enfrentar este problema con una visión a largo plazo. La renovación de infraestructura, la expansión de plantas de tratamiento y la implementación de reformas legislativas son medidas que, combinadas con soluciones tecnológicas como las promovidas por empresas como Rotoplas, pueden marcar la diferencia en la gestión del agua. Mientras que en otras regiones del país la renovación de las redes hidráulicas representa un costo exorbitante, Querétaro se posiciona como un ejemplo de gestión eficiente y moderna.
En contraste con la visión proactiva de Querétaro, la situación en Nuevo León evidencia la falta de avances reales en el combate a la contaminación. Mientras el gobierno federal se mantiene inactivo, el gobierno estatal ha implementado medidas que, si bien parecen enérgicas, se han convertido en un mecanismo de extorsión. La clausura de sitios incendiados, sin importar la causa, ha abierto la puerta a la corrupción y ha perjudicado a empresarios y ciudadanos. La promesa de Alicia Bárcena, titular de Semarnat, de implementar acciones conjuntas con Pemex para mejorar la calidad del aire sigue sin cumplirse. La población de Nuevo León continúa respirando aire tóxico, víctima de la inacción del gobierno federal y de las prácticas corruptas del gobierno estatal. La necesidad de una estrategia integral y transparente para combatir la contaminación es más urgente que nunca.
Fuente: El Heraldo de México