
24 de abril de 2025 a las 22:45
Descubre los 5 símbolos del féretro papal
La muerte de un Papa siempre es un acontecimiento que conmueve al mundo, un momento cargado de simbolismo y rituales ancestrales que nos conectan con la historia milenaria de la Iglesia Católica. El fallecimiento del Papa Francisco, el pasado 21 de abril de 2025, nos ha brindado la oportunidad de reflexionar sobre el profundo significado de los objetos que acompañan al Pontífice en su viaje final. Más allá de la pompa y la circunstancia, cada elemento del funeral papal encierra un mensaje, una historia que nos habla de la fe, el sacrificio y la esperanza.
El sencillo féretro de madera y zinc elegido por Francisco, en contraste con los tradicionales ataúdes triples de ciprés, plomo y roble, habla de su humildad y su deseo de cercanía con el pueblo. Su decisión de permanecer en el féretro abierto durante el funeral, a diferencia de la tradición del catafalco, refuerza esa imagen de proximidad, permitiendo a los fieles despedirse de él de una manera más íntima y personal.
Dentro del féretro, la casulla roja que viste el Papa Francisco no solo representa el amor divino, sino también el sacrificio de Cristo, la sangre derramada por la redención de la humanidad. Este color, presente en otras celebraciones litúrgicas como el Domingo de Ramos y el Viernes Santo, adquiere una nueva dimensión en el contexto funerario, recordándonos el precio de la salvación.
La mitra blanca, con su cinta dorada, corona la cabeza del difunto Pontífice. Este tocado, símbolo de la autoridad papal, nos recuerda la responsabilidad que conlleva el liderazgo espiritual, la guía que un Papa ofrece a sus fieles. No es solo un adorno, sino la representación visual de una misión sagrada, un legado de servicio y dedicación a la Iglesia.
El palio, esa banda blanca con cruces negras, colocada sobre la casulla, es otro símbolo de autoridad y jurisdicción eclesiástica. Su presencia en el funeral papal subraya la conexión del Papa con la tradición apostólica, la continuidad de una línea ininterrumpida que se remonta a los primeros días del cristianismo.
Sobre el palio, la pieza dorada que representa los clavos de la cruz de Cristo añade una capa adicional de significado. Nos recuerda el sufrimiento del Salvador, el sacrificio que constituye la base de la fe cristiana. Este símbolo, habitual en los funerales papales, nos invita a la reflexión sobre el significado del dolor y la esperanza de la resurrección.
El anillo de plata, que Francisco usaba desde su época como obispo de Buenos Aires, es un objeto personal, un recordatorio de su vida antes del papado. A diferencia del Anillo del Pescador, destruido tras la muerte del Papa, este anillo representa la continuidad de su vocación, el hilo conductor que une todas las etapas de su vida al servicio de Dios.
Finalmente, el rosario entre las manos del Papa Francisco, una tradición que se remonta al Papa Pablo VI, simboliza la oración, la conexión con lo divino. Las decenas negras, unidas por la cadena plateada y el crucifijo, nos hablan de la devoción, la búsqueda de consuelo y la esperanza en la vida eterna.
En conjunto, estos símbolos nos ofrecen una visión completa del hombre que fue Francisco, su humildad, su compromiso con los pobres y su profunda fe. Nos recuerdan que, más allá de la figura pública, fue un pastor que dedicó su vida al servicio de Dios y de la humanidad. Su legado, tejido con la sencillez y la profunda espiritualidad que lo caracterizaron, continuará inspirando a generaciones futuras.
Fuente: El Heraldo de México