La justicia, ese pilar fundamental de una sociedad equitativa y próspera, se encuentra en constante evolución, buscando siempre perfeccionar sus mecanismos y garantizar la imparcialidad en cada decisión. En este contexto, la candidatura de Anabel Gordillo Argüello a magistrada del Tribunal de Disciplina Judicial se presenta como una bocanada de aire fresco, una promesa de cambio sustentada en la experiencia y un firme compromiso con la integridad. Su nombre, que aparecerá junto al número 6 en la boleta turquesa este 1 de junio, representa más que una simple opción electoral; simboliza la esperanza de una justicia más accesible, confiable e igualitaria para todos.

Con una trayectoria de 16 años en el ámbito jurisdiccional, Gordillo Argüello no solo conoce de cerca las complejidades del sistema, sino que también ha experimentado de primera mano los desafíos que enfrenta. Su formación, enriquecida con cursos en argumentación jurídica, control de convencionalidad y derechos humanos, le brinda las herramientas necesarias para abordar los casos con la precisión y la perspectiva integral que demanda la justicia moderna.

En un panorama donde la confianza en las instituciones judiciales se ha visto a veces mermada, la candidata propone un cambio de paradigma, una transformación que comienza desde adentro, con la elección de jueces íntegros, capaces y justos. Su visión se centra en la construcción de un Poder Judicial que responda ante la ley con la transparencia y la probidad que la ciudadanía merece. Un Poder Judicial accesible a todos, sin distinción alguna, donde la justicia no sea un privilegio, sino un derecho fundamental garantizado.

Anabel Gordillo Argüello no se limita a diagnosticar los problemas, sino que propone soluciones concretas. Su compromiso con la integridad no es una simple promesa de campaña, sino un valor intrínseco que ha guiado su carrera. Ella entiende que la justicia confiable se construye sobre la base de la honestidad y la ética, y que la imparcialidad debe ser el motor de cada decisión judicial.

Su propuesta de un Tribunal de Disciplina Judicial ejemplar se erige como un faro de esperanza para todo el país. Un tribunal que, con la integridad como estandarte, demuestre que la justicia puede alcanzar a todos los rincones de la sociedad. Su profesionalismo y vocación de servicio público la convierten en una candidata idónea para esta importante tarea.

El 1 de junio, la ciudadanía tendrá la oportunidad de elegir no solo a una magistrada, sino a un símbolo de la justicia que anhelamos. Un voto por Anabel Gordillo Argüello es un voto por la integridad, la transparencia y la equidad. Es un voto por un futuro donde la justicia sea un pilar sólido que sustente una sociedad más justa y próspera para todos. Es una oportunidad para fortalecer las instituciones y construir un país donde la ley se aplique con imparcialidad y donde la justicia sea un derecho real y accesible para todos. No dejemos pasar esta oportunidad de ser parte del cambio, de contribuir a la construcción de un sistema judicial más fuerte y confiable.