
24 de abril de 2025 a las 22:20
Castigo a Moisés "N": ¿Justicia para las niñas de Monterrey?
La indignación y la consternación se apoderan de Monterrey, Nuevo León, tras la detención de Moisés "N", administrador de una casa hogar en la colonia Altamira. La gravedad de las acusaciones que pesan sobre él, abuso sexual contra dos menores de edad bajo su cuidado, ha conmocionado a la comunidad. Las investigaciones preliminares apuntan a un escenario desgarrador: daño físico, sexual y psicológico infligido a las víctimas dentro del mismo recinto que debía brindarles protección y seguridad. Este caso pone en relieve la vulnerabilidad de los niños en situaciones de cuidado institucional y la imperiosa necesidad de mecanismos de control más estrictos. El hermetismo en torno a la identidad de las víctimas es comprensible, dada la sensibilidad del caso y la necesidad de proteger su privacidad. Sin embargo, la sociedad exige justicia y transparencia en el proceso.
La detención de Moisés "N", de 52 años, se produjo tras el cumplimiento de dos órdenes de aprehensión. Ahora, recluido en un centro penitenciario, espera la vinculación a proceso, momento crucial en el que la Fiscalía General del Estado de Nuevo León presentará las evidencias recabadas. La defensa, por su parte, tendrá la oportunidad de argumentar a favor del imputado. El futuro de Moisés "N" se debate entre la presunción de inocencia y la contundencia de las pruebas que se presenten ante el juez. La expectativa es palpable, y la sociedad se mantiene expectante ante el desarrollo del proceso.
El Código Penal de Nuevo León establece penas severas para este tipo de delitos. La gravedad del castigo varía en función de la naturaleza del abuso. El Artículo 260, por ejemplo, contempla una pena de cinco años de prisión y una multa de 10 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA), equivalente a 11,314 pesos, en casos donde no haya contacto con los genitales de la víctima. Si dicho contacto existió, la pena se incrementa de tres a once años de prisión, con una multa que oscila entre 100 y 200 veces la UMA, es decir, entre 113,140 y 226,280 pesos. Más allá de la sanción económica y la privación de libertad, el imputado, en caso de ser declarado culpable, deberá asumir la reparación del daño a las víctimas, incluyendo el costo del tratamiento médico y psicológico necesario para su completa recuperación. Este aspecto es fundamental, ya que el impacto psicológico de un abuso puede perdurar por años, incluso de por vida.
La acusación de corrupción de menores agrava aún más la situación de Moisés "N". Este delito, según el Código Penal local, se castiga con una pena de 10 a 14 años de prisión y una multa que va desde 500 hasta 3,000 veces la UMA, lo que se traduce en una sanción económica que podría alcanzar los 339,420 pesos. La suma de ambos delitos, en caso de ser comprobados, implicaría una condena ejemplar que reflejaría la severidad con la que el sistema judicial trata este tipo de crímenes.
La incertidumbre se mantiene mientras se desarrolla el proceso judicial. Si Moisés "N" es hallado culpable de ambos cargos, deberá cumplir las penas correspondientes en el penal designado por el juez. De ser absuelto, recuperará su libertad. Sin embargo, la sombra de la sospecha y el estigma social difícilmente se disiparán. Este caso nos recuerda la importancia de la prevención y la denuncia en la lucha contra el abuso infantil, un flagelo que lamentablemente sigue presente en nuestra sociedad. La protección de los menores debe ser una prioridad, y es responsabilidad de todos velar por su seguridad y bienestar.
Fuente: El Heraldo de México