La tragedia tiñe de luto las aguas del río Verde en Oaxaca. Un joven de tan solo 19 años, lleno de vida y con un futuro por delante, ha perdido la batalla contra la imponente fuerza de la naturaleza. Rey Jacob Baños Betancur, originario del municipio de El Ciruelo, Santiago Pinotepa Nacional, se encontraba disfrutando de un día en compañía de sus amigos en el paraje conocido como Poza del Carnero, en San Luis Chatañú, municipio de Santiago Tetepec. Lo que comenzó como una tarde de esparcimiento se transformó en una pesadilla cuando, al intentar cruzar el río, la corriente lo arrastró sin piedad.

Las hipótesis apuntan a un calambre o un repentino agotamiento físico como detonantes de la tragedia. Imaginen la escena: la risa y la camaradería se convierten en gritos de auxilio, la impotencia se apodera de los amigos que presencian la escena sin poder hacer nada para evitar que Rey Jacob sea tragado por las aguas turbulentas. La desesperación se adueña del ambiente mientras el joven lucha por mantenerse a flote, una lucha desigual contra la fuerza implacable del río.

Desde el primer instante, las autoridades y cuerpos de seguridad desplegaron un intenso operativo de búsqueda. Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina (Semar), Protección Civil, voluntarios y personal del ayuntamiento se unieron en una carrera contra el tiempo, con la esperanza de encontrar con vida al joven desaparecido. Horas de angustia e incertidumbre se sucedieron, mientras las familias de Rey Jacob y sus amigos se aferraban a la esperanza de un milagro.

Finalmente, alrededor de las 11:00 de la mañana del martes 22 de abril, el cuerpo sin vida de Rey Jacob fue localizado en el fondo de la Poza del Carnero. Un hallazgo que confirmaba los peores temores y sumía en la tristeza a toda la comunidad. El rescate del cuerpo, una tarea compleja y dolorosa, representó el punto final de una búsqueda desesperada.

Esta tragedia nos recuerda la importancia de extremar precauciones al realizar actividades en cuerpos de agua, especialmente durante la temporada vacacional de Semana Santa, cuando la afluencia de visitantes a estos lugares aumenta considerablemente. El gobierno de Oaxaca, a través de una tarjeta informativa, ha hecho un llamado a la población a ser conscientes de los riesgos y a tomar las medidas necesarias para evitar situaciones similares. La prevención, la información y el respeto a la naturaleza son fundamentales para disfrutar de estos espacios de manera segura.

La historia de Rey Jacob es un recordatorio doloroso de la fragilidad de la vida y de la fuerza impredecible de la naturaleza. Un llamado a la reflexión sobre la importancia de la prudencia y la responsabilidad al disfrutar de nuestros ríos y playas. Que su memoria sirva para concientizar a la sociedad y evitar que tragedias como esta se repitan. Nuestras condolencias a la familia y amigos de Rey Jacob Baños Betancur, que su alma descanse en paz.