La magia de Tequisquiapan, uno de los Pueblos Mágicos más emblemáticos de Querétaro, parece estar desvaneciéndose bajo la sombra de la inseguridad. Lo que prometían ser días de descanso y exploración se han transformado en pesadillas para numerosos turistas, quienes han regresado a casa con los bolsillos vacíos y el corazón lleno de indignación. Los testimonios recogidos pintan un panorama preocupante: cristales rotos, autos saqueados a plena luz del día y una ausencia total de autoridad. La impunidad con la que operan los delincuentes es alarmante. Imaginen: llegar a un lugar paradisíaco, con la ilusión de disfrutar de su belleza y su tranquilidad, y en cuestión de segundos, ver cómo tus pertenencias desaparecen sin que nadie intervenga. Este escenario, lamentablemente, se repite con frecuencia en las inmediaciones del lago, donde los ladrones acechan a los visitantes desprevenidos, aprovechando la falta de vigilancia policial.

El modus operandi es siempre el mismo: esperan el momento oportuno, actúan con rapidez y se esfuman sin dejar rastro. Ni la luz del día ni la afluencia de turistas parecen disuadirlos. La falta de presencia policial es evidente y genera una sensación de vulnerabilidad entre los visitantes. La pregunta que resuena es: ¿dónde está la seguridad que se les prometió? ¿Quién protege a quienes vienen a impulsar la economía local con su turismo?

La situación se agrava aún más con el hallazgo de un vehículo robado en Estados Unidos en Tequisquiapan. Este hecho no solo evidencia la problemática de los robos locales, sino que también sugiere que el municipio se ha convertido en un punto de tránsito para vehículos con antecedentes delictivos. ¿Qué medidas se están tomando para controlar este flujo y prevenir que Tequisquiapan se convierta en un refugio para la delincuencia?

Y como si esto no fuera suficiente, un grupo de turistas denunció haber sido retenido y robado durante más de 11 horas en el hotel "El Parque", ubicado en pleno Centro Histórico, a un costado del Parque La Pila. No solo les arrebataron sus pertenencias físicas, sino que también vaciaron sus cuentas bancarias. Este hecho, que ya fue denunciado ante la Fiscalía General del Estado, deja al descubierto la audacia de los delincuentes y la falta de protección que existe para los visitantes.

La voz de los ciudadanos de Tequisquiapan también se alza en señal de protesta. Denuncian la ausencia del presidente municipal, Héctor Iván Magaña Rentería, y la falta de mejoras en los servicios, especialmente en materia de seguridad. El sentimiento generalizado es de abandono. Un Pueblo Mágico que deja solos a sus visitantes y residentes frente a la delincuencia, corre el riesgo de perder su encanto y su atractivo turístico. La belleza natural y el patrimonio cultural no son suficientes si no se garantiza la seguridad de quienes llegan a disfrutarlos.

La situación de Tequisquiapan nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la seguridad en el desarrollo turístico. Un destino que no puede garantizar la protección de sus visitantes está destinado al fracaso. Es urgente que las autoridades tomen cartas en el asunto y implementen medidas efectivas para combatir la delincuencia y devolver la tranquilidad a este hermoso rincón de Querétaro. De lo contrario, el título de Pueblo Mágico se convertirá en una triste ironía.