Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Medio Ambiente

23 de abril de 2025 a las 08:05

Soluciones a la crisis del agua en México

La crisis hídrica en México es un tema complejo que va más allá de la alarmante, y quizás sensacionalista, idea de un "Día Cero". Si bien la imagen de una ciudad completamente sin agua capta la atención, la realidad es mucho más matizada y preocupante. Como bien señaló Jorge Arriaga, coordinador ejecutivo de la Red de Agua de la UNAM, el concepto de "Día Cero" es un producto del marketing, no un reflejo fiel de la situación. La desigualdad en la distribución del agua es la verdadera protagonista de esta historia. Mientras que el sur-sureste del país goza de relativa abundancia, el centro y norte se enfrentan a una creciente escasez. Esta disparidad convierte al término "Día Cero" en un concepto clasista, pues ignora que para muchas comunidades, la crisis hídrica es una realidad cotidiana desde hace mucho tiempo. No se trata de una amenaza futura, sino de una emergencia presente.

Ante este panorama, la búsqueda de soluciones locales se vuelve fundamental. El Plan Nacional Hídrico, por ejemplo, representa un paso importante en la dirección correcta, al plantear estrategias concretas para abordar la crisis. Desde la UNAM, se ve el lanzamiento de este plan como un reconocimiento por parte del gobierno de la magnitud del desafío y la necesidad de una acción conjunta. La voluntad política es crucial, pero también lo es la participación activa de la sociedad en su conjunto. Necesitamos un cambio de paradigma en nuestra relación con el agua, que vaya más allá de las medidas gubernamentales y se arraigue en la conciencia ciudadana.

La deuda de agua con Estados Unidos, que asciende a mil quinientos millones de metros cúbicos, añade otra capa de complejidad al problema. Si bien el Tratado de Aguas establece plazos para saldar estos adeudos, la posibilidad de extender el plazo al siguiente quinquenio no debe ser motivo para la complacencia. Es esencial comprender que el Tratado, aunque equilibrado y reconocido internacionalmente como un modelo de cooperación, no nos exime de la responsabilidad de gestionar nuestros recursos hídricos de manera eficiente.

Las sequías y el cambio climático agravan la situación, pero no son la raíz del problema. La clave reside en una mejor gestión del agua, tanto a nivel nacional como a nivel local. Debemos optimizar su uso en todos los sectores: municipal, industrial, comercial y, especialmente, agrícola. La agricultura, por su alta demanda de agua, requiere una transformación profunda hacia prácticas más sostenibles. México y Estados Unidos, como socios en el Tratado de Aguas, tienen la oportunidad de colaborar en la búsqueda de soluciones conjuntas, compartiendo conocimientos y tecnologías para una gestión más eficiente del recurso.

La crisis hídrica no es un problema ajeno, es una realidad que nos interpela a todos. Desde la concienciación individual hasta las políticas públicas, pasando por la innovación tecnológica y la cooperación internacional, todos tenemos un rol que desempeñar en la construcción de un futuro hídrico seguro. El agua es un recurso vital, y su cuidado es una responsabilidad compartida. No esperemos a que el "Día Cero" se convierta en una realidad tangible para actuar. El momento de actuar es ahora.

Fuente: El Heraldo de México