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23 de abril de 2025 a las 15:05
Sobrevivió a un atentado tras su gran noche
La madrugada del 2 de julio de 2016 quedará grabada a fuego en la memoria de la Banda MS y de sus seguidores. Lo que prometía ser una noche de celebración tras un exitoso concierto en el Auditorio Nacional, uno de los recintos más emblemáticos de México, se convirtió en una pesadilla que puso en jaque la vida de Alan Ramírez, la voz principal de la agrupación.
El Coloso de Reforma había vibrado con la energía de miles de fanáticos que coreaban cada uno de los éxitos de la "Banda de las 2 letras". La euforia del público, la adrenalina del escenario, todo apuntaba a una noche perfecta. Sin embargo, el destino tenía otros planes. Tras la presentación, mientras Alan se dirigía a un hotel cercano al Auditorio, la tranquilidad se rompió abruptamente. Un disparo impactó contra la camioneta en la que viajaba. En ese instante, la alegría y la música dieron paso a la incertidumbre y el miedo.
En una conmovedora entrevista con Yordi Rosado, Alan relató los angustiantes momentos que siguieron al atentado. Con una serenidad que impresiona, describió cómo, a pesar del impacto y la confusión, permaneció consciente. Esperó pacientemente en el lobby del hotel la llegada de la ambulancia, una espera que se prolongó más de lo imaginable. La ayuda no llegaba y la preocupación aumentaba. Finalmente, gracias a la rápida acción de sus amigos, fue trasladado a un hospital en una camioneta particular.
La llegada al hospital marcó un punto de inflexión en la historia. Con la angustia propia de la situación, su esposa firmó la responsiva, un acto que evidenció la gravedad del momento. Fue entonces cuando Alan, enfrentado a la posibilidad de no volver a ver a sus hijos, les envió un mensaje desgarrador a través de su esposa: "Si no la libro, cuida mucho a mis hijos y diles que los amo mucho".
Estas palabras, cargadas de amor y resignación, reflejan la fragilidad de la vida y el profundo amor de un padre. La incertidumbre se apoderó del ambiente. Mientras se preparaba para entrar al quirófano, para que le extrajeran las esquirlas de vidrio que se habían alojado en su cuello producto del impacto de la bala contra la ventana, Alan se encomendó a Dios. En un diálogo íntimo y desesperado, le pidió una oportunidad más para ver crecer a sus hijos, para acompañar a su familia.
El relato de Alan sobre su encuentro con la divinidad es conmovedor. Mientras le colocaban la mascarilla para la anestesia, asegura haber visto una imagen de Dios, una figura familiar que le transmitía paz y esperanza. En ese instante de vulnerabilidad extrema, recibió la respuesta a su plegaria: "No te preocupes, salvo". Una promesa de vida que lo llenó de fuerza y serenidad.
La historia de Alan Ramírez es un testimonio de resiliencia y fe. Un recordatorio de que incluso en los momentos más oscuros, la esperanza puede brillar con intensidad. Su experiencia con la Banda MS aquella noche de julio de 2016 trascendió lo musical y se convirtió en una lección de vida. Un ejemplo de superación que inspira a valorar cada instante y a aferrarse al amor como motor para seguir adelante. La música, silenciada por un momento, volvió a sonar con más fuerza, como un símbolo de la victoria de la vida sobre la adversidad.
Fuente: El Heraldo de México