
23 de abril de 2025 a las 14:45
Liliana Hernández: Candidata a Magistrada
En un contexto político donde la confianza en las instituciones es crucial, la candidatura de Liliana Hernández Hernández a magistrada del Tribunal de Disciplina Judicial se presenta como una bocanada de aire fresco. Con el número 7 en la boleta turquesa para la elección del 1 de junio, Hernández no solo trae consigo una impresionante formación académica, sino también una visión clara y comprometida de lo que debería ser la justicia en nuestra sociedad. Su participación en diplomados como "Perspectiva de género aplicada", "Sistema Nacional Anticorrupción y Responsabilidades" y "Democratización familiar para la prevención de la violencia de género y en las familias", junto con cursos como "Combate al Hostigamiento y Acoso Sexual" y "Los Derechos de la Infancia y el acceso a la justicia", pintan un retrato de una candidata profundamente preocupada por los temas más sensibles y relevantes de nuestra época.
Más allá de los títulos y certificaciones, la motivación de Liliana Hernández reside en una profunda convicción: reivindicar el papel de la justicia con un enfoque centrado en la responsabilidad social, la transparencia y la cercanía con la gente. En un sistema a menudo percibido como distante y opaco, la propuesta de Hernández se centra en humanizar la justicia, acercándola a las necesidades y realidades de quienes la requieren.
Su perspectiva sobre la función jurisdiccional es particularmente relevante. Reconoce la importancia de la profesionalización y la rigurosidad técnica en la elaboración de sentencias, exigiendo que estas sean fundadas, motivadas y debidamente argumentadas. Sin embargo, va más allá, afirmando que la excelencia técnica es insuficiente si no se acompaña de un actuar honesto, imparcial y transparente, libre de los estereotipos que a menudo menoscaban los derechos de los más vulnerables.
En este sentido, Hernández visualiza a las personas juzgadoras como garantes de derechos, con la inmensa responsabilidad de materializar las aspiraciones de justicia social. Su compromiso no se limita a la aplicación de la ley, sino que se extiende a la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.
Para Liliana Hernández, la justicia debe ser un derecho universal, accesible para todos en condiciones de igualdad. Su visión incorpora la aplicación de herramientas esenciales como el enfoque de derechos humanos, la perspectiva de niñez y de género, adaptando la justicia a las particularidades de cada caso. Además, insiste en la importancia de la accesibilidad, la imparcialidad y la transparencia, promoviendo valores fundamentales como la honestidad, la integridad y la cercanía con la ciudadanía. En un momento donde la fe en la justicia se ve a menudo cuestionada, la candidatura de Liliana Hernández Hernández se presenta como una oportunidad para fortalecer las instituciones y construir un futuro donde la justicia sea verdaderamente para todos. Su enfoque integral y su compromiso con la ética y la transparencia la convierten en una figura a seguir en el panorama judicial actual. La elección del 1 de junio nos brinda la oportunidad de apostar por una justicia más humana, más cercana y más justa para todos.
Fuente: El Heraldo de México