
23 de abril de 2025 a las 05:50
Inflación: ¿Cuánto costaba la leche antes?
La inflación, ese enemigo silencioso que vacía nuestros bolsillos sin que nos demos cuenta. ¿Recuerdan cuando con un billete de $50 podíamos comprar una buena cantidad de frutas y verduras? Hoy, ese mismo billete apenas alcanza para unos cuantos limones y un par de aguacates. La situación se ha vuelto preocupante, especialmente para las familias mexicanas que luchan día a día para llevar alimento a sus mesas. El aumento en el precio de productos básicos como la leche, la carne y el tomate, impacta directamente en la economía familiar, obligándonos a ajustar nuestros presupuestos y, en muchos casos, a sacrificar la calidad de nuestra alimentación.
El Inegi nos ha confirmado lo que ya sentíamos en la piel: la inflación ha alcanzado niveles que no veíamos desde hace meses. Un 3.80% de incremento anual puede parecer una cifra fría, pero se traduce en una realidad tangible y dolorosa para muchos. Imaginen a una madre de familia que antes podía comprar un litro de leche para sus hijos por $38 pesos, y ahora debe desembolsar más de $50 por la misma cantidad. Esa diferencia, multiplicada por cada producto de la canasta básica, representa un golpe significativo a la economía familiar.
El Banco de México nos explica que la inflación es la pérdida del valor del dinero. En términos más sencillos, significa que nuestro dinero vale menos que antes. Si antes con $100 pesos podíamos comprar cierta cantidad de productos, ahora con esos mismos $100 pesos compramos menos. Es como si nuestro dinero se evaporara en el aire.
La situación se agrava aún más con la especulación y el aumento desmedido de precios por parte de algunos comerciantes. No es justo que mientras las familias mexicanas luchan por sobrevivir, algunos se aprovechen de la situación para incrementar sus ganancias de manera desproporcionada. Es necesario que las autoridades implementen medidas para controlar los precios y proteger a los consumidores.
El monitoreo semanal de la canasta básica nos muestra una realidad dispar. Mientras en algunas ciudades se puede encontrar una canasta básica por $744.80 pesos, en otras el precio supera los $1,002.00 pesos. Esta diferencia abismal refleja la desigualdad que existe en nuestro país y la necesidad de implementar políticas públicas que garanticen el acceso a alimentos básicos para todos los mexicanos.
¿Qué podemos hacer ante esta situación? Es importante estar informados, comparar precios, buscar alternativas y, sobre todo, exigir a las autoridades que tomen medidas para controlar la inflación y proteger la economía familiar. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras el costo de la vida sigue aumentando. Es momento de unirnos y exigir soluciones. La inflación no es un fenómeno inevitable, es un problema que podemos y debemos enfrentar juntos. Nuestro bienestar y el futuro de nuestras familias dependen de ello. No podemos permitir que la inflación nos robe la tranquilidad y la posibilidad de una vida digna.
Fuente: El Heraldo de México