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23 de abril de 2025 a las 06:45
Horror en Culiacán: Hallan 11 cuerpos
La tierra árida de El Mezquitillo, en la sindicatura de Costa Rica, Sinaloa, ha vuelto a revelar su trágica historia. Siete fosas clandestinas, como heridas abiertas en el paisaje rural de Culiacán, han dejado al descubierto la crueldad que acecha en las sombras. Once cuerpos, once vidas truncadas, han sido exhumados en una operación que nos recuerda la dolorosa realidad de las desapariciones forzadas en nuestro país. El silencio cómplice del campo ha sido roto por el denodado esfuerzo del colectivo Sabuesos Guerreras, mujeres valientes que, con la fuerza de la esperanza y la tenacidad de la memoria, se niegan a olvidar a sus seres queridos.
Una denuncia anónima, un susurro en la oscuridad, fue la chispa que encendió la llama de la búsqueda. Como un faro en la noche, esa información guió a las autoridades y al colectivo hacia el ejido El Mezquitillo. La Comisión Estatal de Búsqueda, en una muestra de compromiso y coordinación, activó un operativo conjunto que involucró a la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa, la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano, la Fiscalía Especializada en Desaparición Forzada y la policía municipal. Una fuerza conjunta, un frente unido contra la barbarie.
Bajo el sol implacable, en un escenario desolado, los peritos forenses y el personal del Servicio Médico Forense trabajan incansablemente. Cada fragmento óseo recuperado, cada prenda encontrada, es una pieza del rompecabezas que busca reconstruir la identidad de las víctimas y las circunstancias de su desaparición. El proceso es minucioso, doloroso, pero esencial para brindar respuestas a las familias que esperan con el alma en vilo.
La presencia militar y policial en la zona es constante, un cordón de seguridad que protege la escena del crimen y garantiza la integridad de las labores forenses. El perímetro de búsqueda podría ampliarse en los próximos días, una señal de que la investigación no se detendrá hasta agotar todas las posibilidades. La esperanza, aunque tenue, se aferra a la posibilidad de encontrar más respuestas, más verdades enterradas.
Belinda Aguilar, representante del colectivo Sabuesos Guerreras, ha reconocido el apoyo brindado por el gobierno del Estado. La articulación institucional, la sinergia entre las diferentes instancias involucradas, ha sido fundamental para el éxito de esta intervención. Es una muestra de que la colaboración entre la sociedad civil y las autoridades es crucial para enfrentar este flagelo que azota a nuestro país.
Sin embargo, más allá de los hallazgos y los operativos, persiste la profunda herida que las desapariciones forzadas infligen en el tejido social. Once familias, once historias de dolor y ausencia, nos interpelan como sociedad. ¿Cuántos más permanecen ocultos en la tierra? ¿Cuántas voces silenciadas claman por justicia? El caso de El Mezquitillo es un recordatorio de la urgente necesidad de redoblar esfuerzos en la prevención, investigación y sanción de estos crímenes. Es un llamado a la construcción de un país donde la vida sea respetada y la justicia prevalezca. La lucha de las Sabuesos Guerreras, y de todas las familias que buscan a sus desaparecidos, es una lucha por la verdad, la memoria y la dignidad. Una lucha que nos exige a todos compromiso y solidaridad.
Fuente: El Heraldo de México