
23 de abril de 2025 a las 09:35
Guía para votar en la SCJN
El futuro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) está en juego, y con él, el destino de la justicia en México. La elección de los próximos ministros es un acontecimiento crucial que marcará el rumbo del país en los próximos años. No se trata simplemente de nombres en una lista, sino de individuos que tendrán en sus manos la responsabilidad de interpretar la Constitución y resolver las controversias más importantes de nuestra nación. Su influencia se extenderá a todos los ámbitos de la vida pública, desde la economía hasta los derechos humanos, impactando en la vida diaria de millones de mexicanos. Por ello, es fundamental analizar a profundidad los perfiles de los candidatos y candidatas que aspiran a ocupar estos cargos de tanta trascendencia.
La SCJN, con un presupuesto anual que supera los cinco mil millones de pesos y más de 53 mil empleados bajo su mando, requiere una dirección firme y visionaria. La persona que presida este órgano deberá no solo poseer una sólida formación jurídica, sino también una probada capacidad de gestión y liderazgo. Debe ser alguien capaz de guiar a la institución con imparcialidad, independencia y un profundo compromiso con la justicia. Las y los ministros electos tendrán la facultad de resolver problemáticas de inconstitucionalidad, amparos y controversias constitucionales que pueden modificar el curso de industrias enteras, el futuro de comunidades y el destino mismo del país. Su legitimidad, otorgada por el voto popular como nunca antes en la historia de México, les confiere una autoridad moral y, en la mayoría de los casos, una reconocida experiencia técnica jurídica.
Entre los candidatos y candidatas que se perfilan para ocupar un lugar en la SCJN, encontramos figuras con trayectorias diversas y contrastantes. Algunos, como la Ministra Yasmín Esquivel Mossa, cuentan con una larga trayectoria dentro del Poder Judicial y el respaldo del sector empresarial. Otros, como Paula María García Villegas Sánchez Cordero, representan una tradición familiar de juristas comprometidos con las causas sociales y gozan de una gran aceptación entre los jóvenes. Zulema Mosri Gutiérrez, por su parte, destaca por su defensa de los proyectos de la Cuarta Transformación y su enfoque técnico en la impartición de justicia. También encontramos perfiles académicos, como el Mtro. Eduardo Santillán, con amplia experiencia legislativa y un profundo conocimiento del sistema penal oral, y abogados litigantes como César Gutiérrez Priego, cuya vida profesional ha estado marcada por la defensa del legado de su padre y su activa participación en el debate público.
La diversidad de perfiles enriquece el proceso de selección y ofrece un abanico de opciones para conformar una SCJN plural y representativa de la sociedad mexicana. Es importante destacar la presencia de candidatos como Arístides Guerrero García, joven abogado con una destacada trayectoria académica y experiencia en temas de transparencia, y Carlos Odriozola, quien representa la voz del litigante y aporta una perspectiva fresca al debate.
En este contexto, el análisis de las propuestas y trayectorias de cada candidato se vuelve esencial. Es necesario ir más allá de las simpatías políticas y evaluar con objetividad la capacidad de cada uno para desempeñar las funciones que exige un cargo de tal envergadura. La SCJN necesita ministros y ministras que estén a la altura del desafío, que sean capaces de defender la Constitución y garantizar el acceso a la justicia para todos los mexicanos. El futuro del país depende, en gran medida, de las decisiones que tomen estos hombres y mujeres. Por ello, la ciudadanía debe participar activamente en el proceso de selección, informándose y expresando su opinión. La elección de los próximos ministros de la SCJN no es un asunto que deba dejarse en manos de las élites políticas, sino un ejercicio de democracia en el que todos debemos involucrarnos.
Fuente: El Heraldo de México