
24 de abril de 2025 a las 00:35
Gabinete de Jara: ¿mérito o amistad?
La política oaxaqueña se encuentra en un punto de inflexión. El Gobernador Salomón Jara Cruz ha lanzado un órdago tanto a su gabinete como a la oposición, y en última instancia, al pueblo de Oaxaca. Su declaración de que la amistad no garantiza la permanencia en su administración, unida a la promesa de someterse a revocación de mandato, ha generado un clima de expectación e incertidumbre en el panorama político estatal. ¿Se trata de una estrategia política para consolidar su poder o de una genuina apuesta por la democracia participativa?
El mensaje del Gobernador es claro: resultados o renuncia. Sus palabras resuenan con fuerza en los pasillos del poder, poniendo a sus funcionarios en una situación de constante evaluación. "Bajo el ojo del pueblo", como él mismo lo ha expresado, cada decisión, cada acción, cada resultado será escrutado minuciosamente. Este ambiente de presión, sin duda, busca impulsar la eficiencia y la eficacia en la gestión pública, pero también podría generar tensiones internas y una posible lucha por el poder dentro del gabinete.
La comparación de sus colaboradores con "jugadores" que pueden ser sustituidos si no "rinden" refleja una visión pragmática de la política, donde la prioridad es el logro de objetivos concretos. Esta postura, aunque efectiva en términos de resultados, podría ser interpretada como una falta de sensibilidad hacia el capital humano y la importancia de la estabilidad en la administración pública.
La revocación de mandato, una figura poco explorada en México, se convierte en la pieza central de la estrategia política del Gobernador Jara Cruz. Presentándose como un demócrata convencido, apela directamente al pueblo de Oaxaca, convirtiéndolos en jueces y jurados de su gestión. Este movimiento audaz busca legitimar su gobierno y diferenciarse de la clase política tradicional, a menudo percibida como distante y ajena a las necesidades de la ciudadanía.
La promesa de un informe trimestral de actividades, con énfasis en las más de dos mil obras realizadas, busca reforzar la imagen de un gobierno activo y comprometido con el desarrollo del estado. Sin embargo, la cantidad de obras no necesariamente se traduce en calidad o impacto real en la vida de los oaxaqueños. Será crucial que el informe no se limite a una enumeración de proyectos, sino que presente una evaluación rigurosa de su impacto social y económico.
La ausencia de la oposición en la discusión sobre la revocación de mandato plantea interrogantes sobre la vitalidad democrática en el estado. ¿Se trata de una falta de interés por parte de los partidos opositores o de una estrategia calculada para no dar legitimidad al proceso? La respuesta a esta pregunta es fundamental para comprender el complejo escenario político oaxaqueño.
El desafío para el Gobernador Jara Cruz es enorme. Debe demostrar con hechos que su apuesta por la democracia participativa es genuina y no una simple estrategia política. El pueblo de Oaxaca, empoderado con la posibilidad de revocar el mandato, estará vigilante y exigente. El futuro político del Gobernador, y en cierta medida el futuro de Oaxaca, dependen del resultado de esta audaz apuesta.
Fuente: El Heraldo de México