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23 de abril de 2025 a las 05:45

El infierno de Salma con Weinstein

El silencio se ha roto. Después de dos décadas, la historia detrás de "Frida" emerge con la fuerza de un torrente, arrastrando consigo las sombras del acoso y el abuso de poder. Julie Taymor, la directora que orquestó la vida de Frida Kahlo en la gran pantalla, ha alzado la voz, no solo para narrar su propia experiencia, sino para arropar a Salma Hayek, la protagonista que encarnó a la pintora con una pasión desbordante, una pasión que, lamentablemente, se vio empañada por la figura ominosa de Harvey Weinstein.

No se trata simplemente de una anécdota más en la larga lista de escándalos hollywoodenses. Es un testimonio que resuena con la fuerza del movimiento #MeToo, un movimiento que ha sacudido los cimientos de la industria, obligándola a mirarse en el espejo y confrontar sus demonios. La revelación de Taymor no es un hecho aislado, sino una pieza más en el complejo rompecabezas que estamos construyendo para comprender la magnitud del acoso y la discriminación que han sufrido tantas mujeres en el cine.

Taymor, con la honestidad que da el tiempo y la perspectiva, confiesa que no comprendía del todo la magnitud del sufrimiento de Hayek durante el rodaje. "Sabía un poco", admite, reconociendo que ella misma fue víctima de las manipulaciones de Weinstein. Un hombre que, según sus palabras, se deleitaba en ejercer su poder sobre las actrices, especialmente sobre aquellas que consideraba vulnerables.

Imaginen a Salma, joven, llena de talento y con el sueño de dar vida a un ícono mexicano. Imaginen la presión, la vulnerabilidad, y luego, la figura amenazante de Weinstein, cerniéndose sobre ella. Taymor lo describe como alguien que no estaba interesado en las mujeres "mayores", dejando entrever la perversa lógica que guiaba sus acciones. Es un retrato escalofriante del abuso de poder, un recordatorio de cómo se utiliza la posición de privilegio para intimidar y silenciar.

La historia de "Frida" se convierte así en un símbolo de la lucha. La lucha de una actriz por su sueño, la lucha de una directora por su visión, y la lucha de todas las mujeres por un espacio seguro y equitativo en la industria del cine.

Y aunque la sentencia inicial contra Weinstein fue revocada, la sombra de la justicia sigue acechándolo. Un nuevo juicio se avecina, con nuevas acusaciones que pesan sobre él. La incertidumbre se mantiene, pero la esperanza de que finalmente se haga justicia permanece latente. Mientras tanto, la condena por violación en Los Ángeles asegura que, independientemente del resultado del nuevo juicio, Weinstein deberá rendir cuentas ante la ley.

El testimonio de Taymor nos invita a reflexionar sobre la importancia de alzar la voz, de romper el silencio que durante tanto tiempo ha protegido a los abusadores. Es un llamado a la solidaridad, a la empatía, y a la construcción de un futuro donde el talento y la creatividad no se vean opacados por el miedo y la intimidación. El caso de "Frida" nos recuerda que, aunque las heridas del pasado pueden persistir, la verdad, tarde o temprano, siempre encuentra su camino a la luz.

Fuente: El Heraldo de México