
23 de abril de 2025 a las 09:20
Domina tus Obligaciones
La reciente sanción impuesta al Club León, excluyéndolo de la Copa Mundial de Clubes 2025 por la FIFA, ha puesto en relieve un tema crucial para el mundo empresarial mexicano: la profunda importancia de comprender la Teoría General de las Obligaciones. Más allá del ámbito deportivo, este caso ilustra cómo el desconocimiento o la subestimación de las obligaciones jurídicas puede tener consecuencias devastadoras.
La multipropiedad, el motivo de la sanción, nos lleva al corazón de la materia. El artículo 10.1 del Reglamento de la competición establece una obligación clara: no controlar, directa o indirectamente, más de un club. Esta regla, diseñada para preservar la integridad competitiva, demuestra cómo las obligaciones jurídicas configuran el terreno de juego, estableciendo los límites y las reglas del juego, no solo en el fútbol, sino en cualquier actividad económica.
El argumento de la "independencia operativa" es clave. No basta con simular una separación entre clubes; la obligación exige una auténtica autonomía. Aquí se revela la esencia de las obligaciones: no se trata solo de la letra, sino del espíritu de la ley. El TAS, previsiblemente, confirmará la sanción, reafirmado así la importancia de la sustancia sobre la forma en el cumplimiento de las obligaciones.
Pero, ¿qué es una obligación? En términos sencillos, es un compromiso de realizar una acción u omisión. Este compromiso puede surgir de diversas fuentes: morales, sociales o, como en el caso del Club León, legales. El derecho positivo mexicano define la obligación como un vínculo jurídico que faculta a una parte para exigir de otra un dar, hacer o no hacer.
Es fascinante observar la evolución histórica de este concepto. Desde el Derecho Romano, donde las obligaciones eran vínculos que constreñían a una conducta específica, hasta el derecho anglosajón, donde la conceptualización difiere de la tradición civilista, la obligación ha sido un pilar fundamental del orden social.
En México, el Código Civil, influenciado por las legislaciones española y suiza, dedica un Libro Cuarto a las Obligaciones, desgranando sus fuentes, modalidades, transmisión, efectos, extinción, inexistencia y nulidad. Además, aborda las diversas especies de contratos, configurando un complejo entramado jurídico que rige las relaciones productivas y sociales.
Este entramado es esencial para un sistema jurídico funcional. Al regular el "dar, hacer o no hacer", canaliza las energías sociales, previniendo conflictos y promoviendo la justicia. Sin un régimen claro y eficaz para el cumplimiento de las obligaciones, tanto privadas como públicas, la prosperidad sostenible se vuelve una quimera.
La sanción al Club León, por tanto, trasciende el ámbito deportivo. Es una llamada de atención para todos los actores económicos: comprender y respetar las obligaciones jurídicas no es una opción, sino una necesidad. La ignorancia o el desprecio por estas reglas, como lo demuestra el caso en cuestión, puede acarrear consecuencias significativas, impactando no solo la reputación, sino también la viabilidad misma de un proyecto. En un mundo cada vez más complejo e interconectado, el dominio de la Teoría General de las Obligaciones se convierte en una herramienta indispensable para navegar el laberinto jurídico y alcanzar el éxito de manera sostenible y responsable.
Fuente: El Heraldo de México