
23 de abril de 2025 a las 12:20
Domina el oro verde
El oro verde mexiquense brilla con luz propia. Más allá de las imponentes cifras de Michoacán, el Estado de México se consolida como un jugador clave en la industria aguacatera nacional, cosechando un futuro prometedor para miles de familias. Con una producción que superó las 132 mil toneladas el año pasado, generando una derrama económica que roza los 2 mil 500 millones de pesos, el aguacate mexiquense se posiciona como un motor económico vital en la región.
Imaginen más de 12 mil hectáreas cubiertas por el verde intenso de los árboles de aguacate, extendiéndose a lo largo de 27 municipios, un verdadero tapiz esmeralda que da sustento a más de 4 mil productores. Detrás de cada aguacate que llega a nuestra mesa hay historias de esfuerzo y dedicación, principalmente de pequeños productores que, con una o dos hectáreas, cultivan con esmero este fruto tan preciado.
Coatepec de Harinas, Temascaltepec, Donato Guerra, Valle de Bravo, Tenancingo y Malinalco, se alzan como los epicentros de esta actividad, concentrando entre el 60 y el 70 por ciento de la producción total. Estos municipios, bendecidos por un clima propicio y la experiencia de generaciones dedicadas al cultivo del aguacate, se han convertido en referentes de la producción aguacatera de alta calidad.
Si bien el crecimiento anual de la producción se mantiene entre un 1 y 2 por ciento, este avance constante demuestra la solidez de la industria y el compromiso de los productores mexiquenses por mejorar sus prácticas y ampliar sus horizontes. No se trata solo de cantidad, sino de calidad. El aguacate mexiquense destaca por su sabor y textura, características que le han abierto las puertas de exigentes mercados internacionales.
Actualmente, el 10% de la producción cruza fronteras, llegando a paladares refinados en Canadá, Japón y los Emiratos Árabes. Pero la ambición no se detiene ahí. Se trabaja arduamente para conquistar el mercado estadounidense, un gigante que podría impulsar aún más el crecimiento del sector aguacatero mexiquense. Imaginen el aguacate del Estado de México conquistando las mesas norteamericanas, un logro que se vislumbra en el horizonte cercano.
Mientras tanto, el mercado nacional se beneficia de la abundancia y calidad del aguacate mexiquense. Desde las centrales de abasto de la Ciudad de México y Toluca, este fruto se distribuye a lo largo y ancho del país, llevando consigo el sabor y la frescura de las tierras mexiquenses. Es un orgullo para el Estado de México contribuir al desarrollo económico y a la satisfacción de los consumidores con un producto de excelencia.
El futuro del aguacate mexiquense se presenta brillante. Con el apoyo a los pequeños productores, la implementación de nuevas tecnologías y la búsqueda constante de nuevos mercados, la industria aguacatera del Estado de México se perfila como un ejemplo de éxito y sostenibilidad. El oro verde seguirá brillando con fuerza, llevando prosperidad a las comunidades y deleitando paladares en México y el mundo.
Fuente: El Heraldo de México