María Belén Reyes Oropeza, una figura que se alza con determinación en el panorama judicial mexicano, se presenta como candidata a magistrada del Tribunal de Disciplina Judicial en las próximas elecciones del 1 de junio. Su nombre, asociado al número 13 en la boleta turquesa, representa no solo una opción electoral, sino una trayectoria forjada en la búsqueda constante de la justicia y la equidad.

Su preparación académica es un testimonio de su compromiso con la excelencia. Desde el Instituto Superior de Estudios Fiscales, A.C., donde profundizó en los intrincados laberintos de los impuestos federales, hasta las especializaciones en materia de justicia laboral y perspectiva de género, Reyes Oropeza ha construido un sólido bagaje que la capacita para abordar los desafíos contemporáneos del sistema judicial. Además, su incursión en el estudio del derecho familiar y sucesorio, así como su participación en cursos sobre debates desde la judicatura en materia de Derecho Constitucional y Derechos Humanos, demuestran una visión integral y multidisciplinaria de la ley.

Pero más allá de los títulos y diplomas, la candidata se define por una profunda vocación de servicio, un deseo palpable de contribuir a la construcción de un sistema de impartición de justicia más eficiente y equitativo para el beneficio del pueblo mexicano. En sus palabras, resuena la convicción de que la justicia no es un privilegio, sino un derecho fundamental que debe garantizarse a todos los ciudadanos.

Su visión se centra en la optimización de los procesos judiciales, buscando que la resolución de conflictos se realice con estricto apego a los plazos y normas establecidas. La justicia pronta, completa e imparcial no es solo un ideal para Reyes Oropeza, sino un objetivo tangible que se propone alcanzar a través de una gestión eficiente y transparente. Para ella, la celeridad en los procesos no debe sacrificar la rigurosidad y la imparcialidad, pilares fundamentales de un Estado de Derecho sólido y confiable.

En su propuesta, destaca la importancia de un enfoque social y humanista en la administración de justicia. Reyes Oropeza visualiza tribunales accesibles, capaces de escuchar y comprender las necesidades de quienes acuden a ellos en busca de amparo. Su compromiso radica en garantizar que cada persona, sin importar su condición social, tenga la oportunidad de ser escuchada y que se le otorgue lo que le corresponde en derecho, con imparcialidad, independencia, objetividad y profesionalismo.

La candidatura de María Belén Reyes Oropeza no se limita a una aspiración personal, sino que representa una oportunidad para fortalecer el sistema judicial mexicano. Su experiencia, su formación y su compromiso con la justicia la perfilan como una figura clave en la construcción de un futuro donde el acceso a la justicia sea una realidad para todos los mexicanos. El 1 de junio, los ciudadanos tendrán la oportunidad de decidir si confían en su visión y le otorgan la responsabilidad de contribuir a la construcción de un México más justo y equitativo. Su número, el 13 en la boleta turquesa, simboliza la esperanza de un cambio positivo en la administración de justicia.