
22 de abril de 2025 a las 16:15
Tragedia familiar en Acapulxico
La tragedia vuelve a teñir las aguas del Lago Tláhuac-Xico, conocido popularmente como “Acapulxico”. Un joven de apenas 20 años perdió la vida en sus profundidades el pasado 21 de abril, dejando un manto de dolor y consternación entre sus familiares y amigos, quienes presenciaron el terrible suceso. La tarde prometía un respiro, una escapada familiar para disfrutar del aire libre junto a la laguna. Sin embargo, el destino les tenía preparada una amarga sorpresa. Lo que comenzó como un chapuzón refrescante se convirtió en una pesadilla cuando el joven desapareció bajo la superficie. La angustia se apoderó de sus seres queridos, quienes con desesperación intentaron localizarlo, pero sus esfuerzos fueron en vano.
La escena se transformó en un escenario de intensa actividad con la llegada del Heroico Cuerpo de Bomberos, paramédicos y personal de Protección Civil de Valle de Chalco. Un operativo de rescate se desplegó con rapidez, luchando contra el reloj para encontrar al joven con vida. Buzos se sumergieron en las turbias aguas de “Acapulxico”, un lugar donde la natación no está permitida, precisamente por los riesgos que entraña. Las horas se hicieron eternas, la esperanza se desvanecía con cada minuto que pasaba. Finalmente, el cuerpo del joven fue recuperado, pero la vida ya se había apagado.
Este lamentable incidente vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de reforzar la vigilancia y la seguridad en la zona. A pesar de ser un Área Natural Protegida, catalogada por la CONANP, y albergar una rica biodiversidad con 169 especies de flora y fauna registradas, “Acapulxico” carece de las medidas necesarias para prevenir este tipo de tragedias. La falta de señalización adecuada sobre los peligros de la natación, la ausencia de personal capacitado para la vigilancia y el rescate, son factores que contribuyen a que este tipo de sucesos se repitan.
La belleza natural del Lago Tláhuac-Xico contrasta con la vulnerabilidad de quienes lo visitan. Es un humedal en proceso de rescate, un ecosistema vital para la región, que contribuye a la captación de agua de lluvia, la recarga de mantos freáticos, la estabilización de suelos y la regulación del clima. Su importancia ecológica es innegable, albergando especies endémicas de anfibios y reptiles, un tesoro natural que debemos proteger. Pero esta protección debe extenderse también a las personas que acuden a disfrutar de su entorno.
Es imprescindible que las autoridades competentes tomen medidas para garantizar la seguridad de los visitantes. Se requiere una mayor inversión en infraestructura, señalización clara y precisa sobre las zonas permitidas para la natación, presencia constante de personal de vigilancia y rescate, así como campañas de concientización sobre los riesgos que conlleva nadar en áreas no autorizadas. Solo así podremos evitar que "Acapulxico", un lugar de belleza natural, se convierta en escenario de futuras tragedias. La vida de un joven se ha perdido, y su ausencia es un recordatorio doloroso de la importancia de la prevención y la responsabilidad compartida en la protección de la vida humana y la preservación de nuestros espacios naturales.
Es fundamental que la comunidad se involucre en la protección y cuidado de este ecosistema. El respeto por las normas, la colaboración con las autoridades y la educación ambiental son pilares fundamentales para construir un futuro donde la convivencia entre el ser humano y la naturaleza sea armoniosa y segura. La memoria del joven fallecido nos debe impulsar a trabajar juntos para que "Acapulxico" sea un lugar de esparcimiento seguro y no un sinónimo de tragedia.
Fuente: El Heraldo de México