La tranquilidad del municipio de Tezoatlán de Segura y Luna, en la Mixteca oaxaqueña, se vio brutalmente interrumpida por una tragedia que ha dejado a la comunidad conmocionada. Un pozo de agua, fuente de vida y sustento para muchos, se convirtió en escenario de una cadena de eventos fatales que cobró la vida de cinco personas y dejó a una más luchando por su vida.

Todo comenzó con un accidente aparentemente trivial. Pedro Ortega, de 53 años, propietario de una purificadora de agua que se abastecía del pozo, cayó accidentalmente en sus profundidades. Los minutos transcurrían y la angustia crecía entre sus familiares. Su hijo, Omar Ortega, un joven de tan solo 16 años, impulsado por el amor y la desesperación, decidió descender al pozo para rescatar a su padre. Un acto de valentía que lamentablemente terminaría en tragedia. El joven Omar también quedó atrapado, incapaz de salir por sus propios medios.

La alarma se extendió rápidamente por la comunidad. Familiares y vecinos alertaron a las autoridades locales, y los policías municipales Perfecto Alonso, de 39 años, y Norberto Rivera, de 44 años, acudieron de inmediato al lugar del siniestro. Conscientes de la urgencia de la situación, y sin dudarlo un instante, se unieron a los esfuerzos de rescate. Un vecino, Víctor Fabricio Martínez, movido por la solidaridad y el deseo de ayudar, también se sumó a la peligrosa tarea.

Trágicamente, el pozo, cuyas profundidades aún se desconocen con precisión, se convirtió en una trampa mortal. Ni Pedro ni Omar, ni los valientes policías ni el solidario vecino lograron salir con vida. Las circunstancias exactas que llevaron a este fatal desenlace aún se están investigando, pero las autoridades preliminares apuntan a un posible caso de asfixia por la falta de oxígeno en el interior del pozo.

En medio de la desolación y el dolor, un rayo de esperanza surgió con el rescate de Alexis Flores Torres, de 16 años, quien también había descendido al pozo en un intento de ayudar. Gravemente afectado, pero con vida, fue trasladado de urgencia a un hospital de la región, donde recibe atención médica. Su estado de salud se reporta como delicado, y toda la comunidad se une en oración por su pronta recuperación.

Esta tragedia ha conmocionado a la región Mixteca de Oaxaca, dejando una profunda herida en el corazón de Tezoatlán de Segura y Luna. El dolor de las familias que han perdido a sus seres queridos es inconmensurable. La comunidad se une en solidaridad para brindar apoyo a los afectados en estos momentos tan difíciles. Al mismo tiempo, se levantan voces que exigen una investigación exhaustiva para esclarecer las causas de este terrible accidente y tomar medidas para prevenir futuras tragedias. La pregunta que resuena en la mente de todos es: ¿cómo pudo un pozo, fuente de vida, convertirse en un sepulcro para cinco personas? La respuesta, sin duda, debe servir para que este tipo de sucesos no se repitan jamás.