
22 de abril de 2025 a las 19:35
Sucesor del Papa: ¿Quién será el elegido?
La figura del Papa Francisco ha dejado una huella imborrable en la Iglesia Católica y en el mundo entero. Su mensaje de humildad, compasión y diálogo resonó con fuerza en millones de personas, trascendiendo las barreras religiosas y culturales. El Padre Jorge Atilano González Candia, coordinador del Diálogo Nacional por la Paz y la Violencia con los Sacerdotes, ha subrayado la importancia de mantener vivo su legado, de rescatar sus enseñanzas y aplicarlas a los desafíos que enfrentamos en la actualidad. Recordemos sus palabras durante su visita a México en 2016, un mensaje profundamente contextualizado, que abordó con valentía y claridad los problemas sociales, políticos e incluso, los que aquejan a la propia Iglesia.
Su llamado a la unidad, a la construcción de puentes en lugar de muros, a la defensa de los más vulnerables, resonó con especial fuerza en un país marcado por la desigualdad y la violencia. El Papa Francisco no se limitó a ofrecer palabras de consuelo, sino que nos invitó a la acción, a la transformación personal y social. Nos instó a mirar al otro, no como un extraño o un enemigo, sino como un hermano, un compañero de viaje en esta travesía que es la vida.
Ahora, ante la inminente elección de un nuevo Papa, la pregunta que resuena en todos los rincones del mundo católico es: ¿quién podrá continuar con esta labor titánica? ¿Quién estará a la altura de este legado de amor y servicio? El Padre González Candia ha señalado con acierto que el sucesor de Francisco debe ser alguien capaz de responder a los desafíos del mundo actual, un mundo complejo, cambiante y lleno de incertidumbres. Debe ser alguien con la misma apertura al diálogo, a la escucha, a la comprensión de las nuevas realidades que nos rodean.
No se trata simplemente de imitar al Papa Francisco, sino de continuar su obra, de seguir construyendo sobre los cimientos que él ha puesto con tanta dedicación y humildad. El nuevo Papa deberá ser un pastor con olor a oveja, como lo fue Francisco, alguien que no tema ensuciarse las manos, que se acerque a los marginados, a los que sufren, a los que han perdido la esperanza.
El mundo necesita un líder espiritual que promueva la paz, la justicia y la fraternidad. Un líder que nos inspire a construir un mundo más humano, más justo y más solidario. La elección del nuevo Papa no es un asunto meramente eclesiástico, sino un evento de trascendencia global. Es una oportunidad para renovar el compromiso con los valores que el Papa Francisco defendió con tanta pasión y convicción. Es una oportunidad para construir un futuro mejor para todos, sin distinción de raza, religión o condición social.
El legado de Francisco nos invita a la reflexión, a la acción y a la esperanza. Nos recuerda que la fe no es un dogma abstracto, sino una fuerza transformadora que nos impulsa a construir un mundo mejor. Que la elección del nuevo Papa sea un momento de renovación y de fortalecimiento para la Iglesia Católica y para toda la humanidad. Que sea un paso adelante en el camino hacia la paz, la justicia y la fraternidad universal.
Fuente: El Heraldo de México