El mundo del espectáculo mexicano se ha visto envuelto en una ola de especulaciones y comentarios tras la ausencia de Biby Gaytán y Eduardo Capetillo en la boda civil de su hija Alejandra con Nader Shoueiry en Madrid. La noticia, que corrió como la pólvora en redes sociales, ha generado un sinfín de interrogantes, sobre todo tras la revelación de que la famosa actriz y cantante dejó de seguir a su hija en plataformas como Instagram. Este gesto, aparentemente simple, ha alimentado las teorías de una posible ruptura familiar o, al menos, un distanciamiento entre madre e hija. ¿Qué hay detrás de esta decisión? ¿Es una simple casualidad o un reflejo de una situación más compleja?

La ausencia de Biby y Eduardo en un evento tan importante como la boda de su hija ha sido el detonante de una cascada de críticas por parte del público. Muchos se preguntan cómo es posible que dos figuras públicas, con la flexibilidad que se presume tienen en sus agendas, no hayan podido asistir a la unión matrimonial de su hija menor. Las redes sociales se han inundado de comentarios que cuestionan la prioridad que los Capetillo-Gaytán dan a su familia, especialmente considerando que Alejandra ha compartido públicamente la estrecha relación que mantiene con sus hermanos, Ana Paula y Eduardo Jr., quienes sí estuvieron presentes en la ceremonia.

La justificación de "compromisos laborales" ofrecida por la pareja no ha convencido a muchos, quienes argumentan que un evento de tal magnitud debería estar por encima de cualquier obligación profesional. La videollamada que Biby y Eduardo realizaron a los recién casados tras la ceremonia, lejos de calmar las aguas, ha avivado el fuego de la controversia. Para algunos, este gesto se percibe como frío e impersonal, una suerte de consuelo tardío que no compensa la ausencia física. ¿Acaso la tecnología puede sustituir la calidez de un abrazo o la emoción de compartir un momento tan especial en persona?

La comparación con la actitud de Biby hacia sus otros hijos, a quienes sigue activamente en redes sociales e interactúa con ellos públicamente, ha intensificado el escrutinio sobre la relación con Alejandra. La falta de "likes" o comentarios en las publicaciones de la boda por parte de la actriz contrasta con la efusividad que suele mostrar con sus otros hijos, lo cual ha dado pie a especulaciones sobre un posible conflicto no resuelto. ¿Existe alguna razón oculta detrás de este distanciamiento digital? ¿Se trata de una simple discrepancia o de algo más profundo?

A pesar de la polémica, Alejandra ha mantenido una postura serena y ha defendido a sus padres, asegurando que su presencia, aunque virtual, fue significativa. La joven ha destacado el apoyo incondicional que ha recibido de sus hermanos, quienes no solo la entregaron en el altar, sino que también la acompañaron en todo el proceso de planificación de la boda. Este gesto de unidad fraternal ha conmovido a muchos y ha puesto de manifiesto la fortaleza de los lazos familiares, incluso en medio de la adversidad.

La próxima ceremonia religiosa, que se espera se realice en México en mayo, se presenta como una nueva oportunidad para que Biby Gaytán y Eduardo Capetillo demuestren públicamente su apoyo a Alejandra y acallen las críticas. La expectativa es alta y el público espera con ansias ver a la familia reunida, celebrando el amor de la joven pareja. ¿Lograrán los Capetillo-Gaytán disipar las dudas y demostrar que la unión familiar prevalece por encima de cualquier malentendido? Solo el tiempo lo dirá.