22 de abril de 2025 a las 22:10
Mantenga a su perro hidratado este verano
El verano aprieta y con él, la necesidad de hidratación se vuelve crucial, especialmente para nuestros compañeros peludos. El jadeo constante, su principal mecanismo para regular la temperatura corporal, provoca una pérdida significativa de líquidos. Por eso, asegurarles un acceso continuo a agua fresca y limpia es fundamental para su bienestar. Pero, ¿cómo saber si estamos proporcionándoles la cantidad adecuada?
Si bien cada perro es un mundo y sus necesidades hídricas varían, existen algunas pautas que nos pueden orientar. El peso, sin duda, es un factor determinante. Un perro pequeño, de unos 10 kilos, necesitará alrededor de medio litro de agua al día, mientras que un perro grande, que supere los 39 kilos, puede requerir hasta litro y medio, incluso más en días de calor extremo. No obstante, estas son solo referencias, la mejor guía siempre será la observación. Un perro sano beberá la cantidad de agua que su cuerpo le pida.
Lo importante es que siempre tenga agua disponible. Un solo plato puede no ser suficiente, especialmente si pasamos muchas horas fuera de casa. Colocar varios recipientes con agua fresca en diferentes puntos del hogar, especialmente en zonas de sombra, garantizará que nuestra mascota pueda hidratarse a demanda. Y si salimos a pasear, llevar una botella de agua y un bebedero portátil es imprescindible, sobre todo en las horas de mayor calor. Imaginen la sensación de sed después de un buen paseo bajo el sol… ¡nuestros perros también la sufren!
Además de la cantidad, la calidad del agua también es esencial. Debe ser fresca, limpia y estar libre de contaminantes. Evitemos colocar los bebederos cerca de productos químicos, basura o cualquier otra fuente de suciedad. Y, por supuesto, renovemos el agua varias veces al día, evitando que se caliente en exceso o se estanque.
Prestemos atención a las señales que nos envía nuestro perro. Si observamos encías secas o pegajosas, ojos hundidos, apatía o falta de energía, podrían ser signos de deshidratación. En estos casos, es crucial actuar con rapidez y consultar con un veterinario.
Más allá del agua, existen otras formas de complementar la hidratación de nuestro peludo. La comida húmeda o enlatada, por ejemplo, contiene un alto porcentaje de agua y puede ser una excelente opción, especialmente para perros con poco apetito en los días más calurosos. También podemos ofrecerles cubitos de hielo, que además de refrescarles, les proporcionarán un extra de hidratación y les servirán como un divertido entretenimiento.
Cuidar la hidratación de nuestras mascotas es una responsabilidad fundamental, especialmente durante el verano. Unos sencillos cuidados pueden marcar la diferencia entre un perro sano y feliz, y un perro que sufre las consecuencias del calor. Observemos, anticipemos sus necesidades y asegurémonos de que siempre tengan acceso a agua fresca y limpia. ¡Su bienestar es nuestra prioridad!
Fuente: El Heraldo de México