La lucha contra el narcotráfico en México continúa dando frutos. La cifra de 144 toneladas de droga incautada desde el inicio de la actual administración representa un duro golpe a las finanzas del crimen organizado, privándoles de aproximadamente 38 mil 389 millones de pesos. Este monto, que de otra manera hubiera engrosado las arcas de los cárteles, ahora representa una victoria para la seguridad y el bienestar de la población. Imaginen la cantidad de daño que se hubiera podido infligir con esos recursos: más armas, más violencia, más corrupción.

Pero la incautación de droga no es la única buena noticia. Las autoridades han logrado la detención de 18 mil 712 personas involucradas en delitos de alto impacto. Cada una de estas detenciones representa una pieza menos en el complejo engranaje del crimen organizado, debilitando su capacidad operativa y su alcance. Además, se han asegurado más de 9 mil 600 armas de fuego, herramientas letales que ya no estarán disponibles para sembrar el terror en nuestras comunidades.

El desmantelamiento de 839 narcolaboratorios en 17 estados de la República es un logro sin precedentes. Estos laboratorios, auténticas fábricas de veneno, eran el corazón de la producción de metanfetaminas y otras sustancias nocivas. Su destrucción no solo corta el suministro de drogas, sino que también elimina un foco de contaminación y peligro para las comunidades cercanas. La incautación de más de un millón de litros y 200 toneladas de sustancias químicas utilizadas en la fabricación de drogas representa otro golpe significativo a la capacidad productiva de los cárteles.

Es importante destacar la labor coordinada de las distintas instituciones involucradas en estas acciones: el Ejército, la Marina, la Guardia Nacional, la Fiscalía General de la República, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México. Esta sinergia interinstitucional demuestra la firmeza del compromiso del gobierno en la lucha contra el crimen organizado.

Un ejemplo concreto de la efectividad de estas acciones es la reciente detención de un individuo que transportaba heroína líquida en un tractocamión en Durango. Este tipo de operativos, que se llevan a cabo en todo el país, demuestran la capacidad de las autoridades para interceptar cargamentos de droga antes de que lleguen a su destino.

Otro caso relevante es la detención de Joel Alfonso “N”, líder de una célula delictiva que operaba en Puebla y Sinaloa. Este individuo, presuntamente involucrado en ataques con drones armados contra autoridades, representa un eslabón importante en la cadena del narcotráfico. Su captura es una muestra de la determinación de las autoridades para desmantelar las estructuras criminales desde la raíz.

La lucha contra el narcotráfico es una tarea compleja y de largo aliento. Sin embargo, los resultados obtenidos hasta el momento demuestran que vamos por el camino correcto. La perseverancia en la aplicación de la ley, la coordinación interinstitucional y el compromiso de la sociedad son fundamentales para seguir avanzando en la construcción de un México más seguro y en paz. La batalla no ha terminado, pero cada tonelada de droga incautada, cada arma asegurada, cada delincuente detenido, nos acerca un paso más a la victoria.