
22 de abril de 2025 a las 12:30
El Papa: un legado imborrable
El mundo se viste de luto. La noticia del fallecimiento del Papa Francisco ha resonado en cada rincón del planeta, dejando un vacío inmenso en los corazones de millones. Más allá de las fronteras del catolicismo, su figura trascendió como un símbolo de humildad, compasión y lucha por la justicia social. Su mensaje de amor al prójimo, tan simple como poderoso, resonó en los oídos de creyentes y no creyentes, inspirando a generaciones a construir un mundo más justo y fraterno.
Las palabras de la presidenta Claudia Sheinbaum, al recordar su encuentro con el Sumo Pontífice, nos acercan a la dimensión humana de Jorge Mario Bergoglio. Un hombre que, desde la sencillez de su apartamento en el Vaticano, predicó con el ejemplo la austeridad y la renuncia a los excesos. Su crítica al consumismo, tan vigente en nuestros tiempos, nos invita a reflexionar sobre nuestros valores y a priorizar lo verdaderamente importante: la solidaridad, la empatía y el cuidado del planeta.
La imagen de la presidenta Sheinbaum junto a los hermanos Sulaimán en la modesta residencia papal es un testimonio elocuente de la humildad que caracterizó al Papa Francisco. Un hombre que, a pesar de su alta investidura, nunca perdió la conexión con la gente común, con las preocupaciones y las esperanzas de la humanidad. Su legado, como bien lo señaló Sheinbaum, es un tesoro de "verdadero amor al prójimo", un faro que ilumina el camino hacia una sociedad más igualitaria y pacífica.
Las condolencias expresadas por las mandatarias Clara Brugada y Mara Lezama reflejan el sentir de un pueblo que reconoce en el Papa Francisco a un defensor incansable de los más vulnerables. Su compromiso con los pobres, su lucha contra la pobreza y su defensa de la vida lo convierten en una figura emblemática de la justicia social. Su voz profética resonó en los foros internacionales, denunciando las injusticias y llamando a la construcción de un mundo más humano.
El Cardenal Carlos Aguiar Retes, al convocar a los feligreses a orar por el eterno descanso del Papa, nos invita a unirnos en un solo clamor de gratitud y esperanza. Las campanadas que resonarán en las parroquias de todo México serán un eco del mensaje de amor y paz que el Papa Francisco nos legó. Un mensaje que trasciende las fronteras del tiempo y del espacio, invitándonos a seguir construyendo el Reino de Dios en la tierra.
La partida del Papa Francisco nos deja un profundo dolor, pero también una inmensa esperanza. Su legado, como una semilla sembrada en tierra fértil, seguirá germinando en los corazones de quienes creemos en un mundo mejor. Un mundo donde la justicia, la paz y la fraternidad sean los pilares fundamentales de la convivencia humana. Su recuerdo nos impulsará a seguir luchando por sus ideales, a ser portadores de su mensaje de amor y a construir un futuro digno para todos.
Fuente: El Heraldo de México