
22 de abril de 2025 a las 10:15
El Impacto de Francisco
El encuentro con el Papa Francisco deja una huella imborrable. Su figura, sencilla y a la vez imponente, transmite una calidez humana que trasciende el protocolo y la pompa. Más allá del líder religioso, se percibe al hombre, al jesuita formado en la humildad y el servicio. Recordar su historia, desde sus orígenes en Argentina hasta su elección como el primer Papa latinoamericano, es comprender el peso de la historia sobre sus hombros y la audacia de su visión. Dos predecesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI, marcaron épocas cruciales para la Iglesia, uno con su lucha contra el comunismo y el otro enfrentando los oscuros secretos de la institución. Francisco, heredero de ese legado complejo, ha sabido imprimir su propio sello, un sello marcado por el diálogo, la apertura y una profunda preocupación por los más desfavorecidos.
Su pontificado, sin duda, será recordado por su incansable búsqueda de la unidad entre las diferentes religiones. La imagen del Papa Francisco junto al Patriarca Bartolomé, orando juntos por la paz, simboliza ese anhelo de un mundo donde las diferencias no sean motivo de división, sino de enriquecimiento mutuo. La Casa de Abraham en los Emiratos Árabes Unidos, un espacio donde conviven la iglesia, la mezquita y la sinagoga, es un testimonio tangible de su compromiso con la fraternidad entre los pueblos. Sus viajes a lugares como Irak, Indonesia, Kazajistán y Bahréin, muestran su determinación por tender puentes y construir lazos de entendimiento en regiones marcadas por la conflictividad.
La paz, una palabra tan anhelada y a menudo tan esquiva, ha sido el leitmotiv de su mensaje. "Vivir sin paz es un tormento," una frase que resume la esencia de su pensamiento. Su encíclica Fratelli Tutti, inspirada en la figura de San Francisco de Asís, es un llamado a la solidaridad, a la fraternidad universal y a la construcción de un mundo más justo y equitativo. Su voz se ha alzado con firmeza para condenar las guerras y la violencia en Ucrania, Gaza, Sudán, Myanmar, Congo y tantos otros rincones del planeta, instando al diálogo y a la búsqueda de soluciones pacíficas.
La conexión entre el hombre y la naturaleza, un tema de vital importancia en nuestro tiempo, ha ocupado un lugar central en su magisterio. Las encíclicas Laudato Si y Laudato Deum reflejan su profunda preocupación por el cuidado de la "Casa Común", la Tierra. Su llamado a una "conversión ecológica" nos invita a repensar nuestra relación con el medio ambiente y a asumir la responsabilidad que tenemos en la protección de nuestro planeta.
Su defensa de los más vulnerables, especialmente de los migrantes, es otro de los pilares de su pontificado. Con una claridad y una contundencia admirables, ha criticado las políticas antiinmigrantes y ha recordado al mundo la dignidad inherente a todo ser humano. Su primer viaje como Papa a la isla de Lampedusa, punto de llegada de miles de migrantes africanos, fue un gesto simbólico de enorme significado.
Finalmente, la apertura y la inclusión han sido características distintivas de su papado. El nombramiento de la hermana Rafaela Petrini como secretaria general de la Gobernación del Vaticano, su apertura hacia la comunidad LGTB+ y los divorciados, son ejemplos concretos de su voluntad de construir una Iglesia más inclusiva y acogedora para todos. Francisco, un Papa que ha sabido conectar con el corazón de millones de personas en todo el mundo, un líder que ha dejado una huella profunda en la historia de la Iglesia y del mundo. Su legado, sin duda, seguirá inspirando a futuras generaciones.
Fuente: El Heraldo de México