
22 de abril de 2025 a las 12:05
El Adiós del Papa Francisco
El mundo se despertó con una noticia que resonó en cada rincón del planeta: la partida del Papa Francisco. Un silencio conmovedor, roto solo por el tañido de las campanas de San Pedro, se extendió por Roma y el mundo entero. A sus 88 años, el Obispo de Roma, el pastor que abrazó a la humanidad con una ternura revolucionaria, regresó a la casa del Padre, dejando un legado imborrable de amor, humildad y compromiso con los más vulnerables.
Su última aparición pública, en el Domingo de Pascua, resonará en la memoria colectiva como un testimonio de su fortaleza espiritual y su entrega incansable. A pesar de sus recientes problemas de salud, Francisco continuó con sus actividades, demostrando una vitalidad que inspiraba a millones. Su regreso al Vaticano el 23 de marzo, tras una convalecencia, llenó de esperanza a sus seguidores, quienes anhelaban su pronta recuperación. Sin embargo, el destino tenía otros planes.
La noticia, anunciada por el Cardenal Kevin Farrell, camarlengo del Vaticano, conmovió a creyentes y no creyentes por igual. "Esta mañana a las 7:35, Francisco regresó a la casa del Padre", palabras que resonaron con la fuerza de un trueno sereno, cargadas de dolor y admiración. Farrell, quien asumirá la importante tarea de dirigir la Santa Sede hasta la elección del nuevo Papa, destacó la vida de servicio y entrega de Francisco, un hombre que dedicó su existencia a la Iglesia y al Señor.
La figura de Francisco trascendió las fronteras del catolicismo, convirtiéndose en una voz moral a nivel global. Su lucha incansable por la paz, la ecología y la inclusión, su defensa de los migrantes y su llamado a la fraternidad universal lo transformaron en un líder espiritual admirado en todo el planeta. Simon Stiell, secretario ejecutivo de la ONU Clima, lo recordó como "un inquebrantable defensor de la acción por el clima", una muestra del impacto de su mensaje en la agenda global.
En Roma, el dolor se hizo tangible. Miles de personas se congregaron en la Plaza de San Pedro, con rosarios en mano, banderas argentinas, camisetas de Messi y ejemplares del Observador Romano con la imagen del Papa. Rostros bañados en lágrimas, miradas perdidas en el vacío, un silencio cargado de emociones encontradas: tristeza por la pérdida, gratitud por su legado. Un rosario a las siete y media de la tarde, guiado por el Cardenal Mauro Gambetti, unió a miles en oración por el eterno descanso del primer Papa latinoamericano.
La espera por la información sobre el traslado del cuerpo de Francisco a la Basílica de San Pedro para el inicio de los funerales, y posteriormente a la Basílica de Santa María la Mayor, su lugar de descanso final, mantiene en vilo a la comunidad internacional. El mundo entero aguarda con respeto y devoción los homenajes que se rendirán a este hombre excepcional, cuya vida y obra dejaron una huella profunda en la historia de la humanidad. Su mensaje de amor, esperanza y justicia social resonará por generaciones, inspirando a construir un mundo más justo y fraterno, el mundo que Francisco soñó.
Fuente: El Heraldo de México