
23 de abril de 2025 a las 01:20
Chiapas más seguro: la visión de Eduardo Ramírez
Chiapas respira. Tras años de zozobra e incertidumbre, una bocanada de aire fresco llena los pulmones de sus habitantes. La percepción de seguridad en el estado ha dado un giro radical, un cambio palpable que se refleja en las calles, en los hogares y en el ánimo de la gente. Tapachula, otrora sinónimo de peligro, ha descendido del deshonroso primer puesto en la lista de ciudades más inseguras al octavo lugar. Una transformación sorprendente que devuelve la esperanza a sus ciudadanos. Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado, también experimenta una notable mejora, pasando del sexto al puesto 33 en el mismo ranking. Estos datos, fríos pero contundentes, dibujan un panorama alentador y demuestran que el trabajo conjunto y la voluntad política pueden marcar la diferencia.
El cambio no ha llegado por arte de magia. Es el resultado de una estrategia de seguridad integral implementada desde el inicio de la administración de Eduardo Ramírez Aguilar, una estrategia que ha priorizado la prevención, la inteligencia policial y la coordinación entre las distintas fuerzas de seguridad. "En poco más de cuatro meses, Chiapas respira un aire distinto, de paz y de tranquilidad", afirma el gobernador, palabras que resuenan con fuerza en un estado que anhelaba la calma.
Los delitos de alto impacto, esas sombras que acechaban en cada esquina, parecen estar retrocediendo. Asaltos en carretera, homicidios, desapariciones, desplazamiento forzado, extorsión y cobro de piso, flagelos que antes sembraban el terror, comienzan a ser parte del pasado. No se trata de negar la existencia de estos problemas, sino de reconocer los avances y de redoblar los esfuerzos para erradicarlos por completo.
La alegría es palpable. La gente camina con mayor confianza, las familias disfrutan de los espacios públicos sin el temor constante a la violencia. Chiapas se transforma, se reconstruye desde sus cimientos, y la seguridad es la piedra angular de este nuevo comienzo. El segundo lugar en el ranking de estados más seguros del país, un logro que llena de orgullo a sus habitantes y que reafirma el compromiso del gobierno con la paz social.
Sin embargo, la lucha no termina aquí. Mantener estos logros y seguir avanzando requiere un esfuerzo constante, una vigilancia permanente y una colaboración estrecha entre las autoridades y la ciudadanía. "No vamos a bajar la guardia", asegura Ramírez Aguilar, una promesa que se traduce en acciones concretas, en una política de seguridad firme y decidida, en la convicción de que la paz es el camino hacia el desarrollo y el bienestar.
El futuro de Chiapas se vislumbra con optimismo. La semilla de la seguridad ha germinado y comienza a dar sus frutos. Un futuro en el que la tranquilidad no sea un privilegio, sino un derecho de todos. Un futuro en el que Chiapas sea sinónimo de paz, de progreso y de esperanza. Un futuro que se construye día a día, con el esfuerzo de todos y con la firme convicción de que un Chiapas seguro es posible.
Fuente: El Heraldo de México