
22 de abril de 2025 a las 23:25
¿Carlos Acutis, santo millennial?
La inesperada partida del Papa Francisco ha dejado un vacío en el corazón de la Iglesia Católica y ha alterado el curso de numerosos eventos, entre ellos, la esperada canonización de Carlo Acutis, el "cibersanto del siglo XXI". Este joven, cuya vida terrena se vio truncada a la temprana edad de 15 años por la leucemia, había capturado la atención del mundo por su profunda fe y su innovadora forma de evangelizar a través de la tecnología. La fecha, 27 de abril de 2025, resonaba con esperanza en los jóvenes católicos, quienes veían en Acutis un modelo a seguir, un faro en la era digital. El Jubileo de los Adolescentes, marco escogido para la ceremonia, se perfilaba como un encuentro histórico, una celebración de la fe juvenil en tiempos de cambio acelerado.
La suspensión de la canonización, sin embargo, no disminuye la figura de Carlo. Su legado, tejido con hilos de devoción, tecnología y un amor incondicional a la Eucaristía, permanece intacto. Desde su temprana infancia, Carlo demostró una sensibilidad espiritual excepcional. A los siete años, anhelaba la cercanía con Jesús y la Eucaristía se convirtió en el centro de su vida. Su devoción no se limitó a la oración y la contemplación, sino que se tradujo en acción. Con una visión adelantada a su tiempo, Acutis comprendió el potencial de internet como herramienta de evangelización. Con dedicación y talento, creó una página web que documentaba milagros eucarísticos alrededor del mundo, un testimonio virtual de la presencia real de Cristo en la Eucaristía, traducido a múltiples idiomas para alcanzar a un público global.
Su pasión por la tecnología no lo alejó de la vida sencilla y las alegrías propias de su edad. Amante de los videojuegos y las computadoras, Carlo demostró que la fe y la modernidad no son incompatibles, sino que pueden complementarse y enriquecerse mutuamente. Su ejemplo desmiente la idea de una fe anacrónica, alejada de la realidad de los jóvenes. Acutis, en su corta pero intensa vida, trazó un camino para una nueva generación de creyentes, demostrando que la tecnología puede ser un poderoso instrumento para difundir el Evangelio y conectar con Dios.
El reconocimiento de sus virtudes por parte del Vaticano culminó con su beatificación en 2020, tras la atribución del milagro de la curación de un niño brasileño. La posterior curación de una estudiante costarricense, quien sufrió una hemorragia cerebral y se recuperó milagrosamente tras las oraciones de su madre en la tumba de Acutis, reforzó la convicción de su intercesión divina. Estos milagros, reconocidos oficialmente por la Iglesia, son testimonio de la santidad de vida de Carlo y su cercanía a Dios.
Mientras su cuerpo reposa en el Santuario de la Expoliación en Asís, a la espera de la reanudación del proceso de canonización, la figura de Carlo Acutis continúa inspirando a miles de jóvenes en todo el mundo. Su ejemplo nos recuerda que la santidad no es una meta inalcanzable, sino un camino que se recorre con fe, amor y la audacia de utilizar las herramientas de nuestro tiempo para compartir la Buena Nueva. La espera de su canonización, aunque prolongada por las circunstancias, no hará sino acrecentar la devoción y el reconocimiento a este joven que, con su vida y su obra, se ha convertido en un verdadero testimonio de fe en el siglo XXI. El "cibersanto" espera su nombramiento oficial, pero su santidad, palpable en cada uno de sus actos, ya reside en el corazón de quienes lo conocen y lo veneran.
Fuente: El Heraldo de México