Blanca Alicia Ochoa Hernández, número 10 en la boleta turquesa de la elección del 1 de junio, aspira a la magistratura del Tribunal de Disciplina Judicial. Su candidatura se basa en pilares fundamentales: experiencia, conocimiento, un perfil idóneo, una profunda vocación de servicio y un inquebrantable amor por México. Pero, ¿qué hay detrás de estas palabras? ¿Qué visión impulsa a esta candidata a buscar un puesto tan crucial en el sistema judicial mexicano?

Ochoa Hernández visualiza un nuevo poder judicial, uno que rompa con los esquemas tradicionales y se acerque a la gente. Un poder judicial que no se encierre en torres de marfil, sino que salga a la calle, escuche las voces de los ciudadanos, comprenda sus necesidades y sea sensible a la realidad del pueblo de México. Un poder judicial que no se limite a dictar sentencias desde la distancia, sino que se involucre en su cumplimiento, asegurándose de que estas resoluciones beneficien a la sociedad en su conjunto. Un poder judicial, en definitiva, legitimado por y para el pueblo.

La justicia, desde la perspectiva de Ochoa Hernández, no es un concepto abstracto, sino una herramienta para la construcción de un México más justo e igualitario. Su visión se centra en impartir justicia con sentido social, un enfoque que trasciende las frías letras de la ley y se adentra en el corazón de los problemas que aquejan a la sociedad. Esto implica que cada sentencia, cada decisión judicial, debe considerar el impacto que tendrá en la vida de los mexicanos, especialmente en los sectores más vulnerables: los niños, los trabajadores, aquellos que se encuentran en situación de desventaja.

¿Cómo se traduce esta visión en acciones concretas? Ochoa Hernández propone un tribunal accesible, donde la justicia no sea un privilegio reservado para unos pocos, sino un derecho garantizado para todos. Un tribunal transparente, donde los procesos sean claros y comprensibles para la ciudadanía. Un tribunal eficiente, que resuelva los casos con celeridad, evitando las dilaciones que tanto daño causan a quienes buscan justicia.

La candidata reconoce la importancia de la formación continua y la actualización constante en el ámbito judicial. Por ello, se compromete a impulsar programas de capacitación para los miembros del tribunal, con el objetivo de fortalecer sus capacidades y garantizar la calidad de las decisiones judiciales. Asimismo, aboga por la implementación de tecnologías que agilicen los procesos y faciliten el acceso a la justicia.

En un contexto social complejo, donde la confianza en las instituciones es fundamental, la candidatura de Blanca Alicia Ochoa Hernández se presenta como una opción que busca renovar el sistema judicial desde adentro. Su visión de una justicia cercana a la gente, con sentido social y enfocada en la protección de los más vulnerables, representa una esperanza para un México que anhela un sistema judicial más justo, transparente y eficiente. El próximo 1 de junio, la ciudadanía tendrá la oportunidad de decidir si esta visión se convierte en realidad.