Sinaloa cierra una Semana Santa 2025 para el recuerdo, con cifras que superan las expectativas y consolidan al estado como un gigante turístico. Más de 2 millones 396 mil visitantes eligieron las playas, pueblos mágicos y centros ceremoniales sinaloenses para disfrutar de sus vacaciones, inyectando una vitalidad económica sin precedentes. Los 3 mil 200 millones de pesos en derrama económica, según cifras oficiales, no son solo números fríos, sino la traducción tangible del impacto positivo en los bolsillos de comerciantes, hoteleros, restauranteros y familias que dependen del turismo. Imaginen el alcance de esta inyección económica: desde el vendedor ambulante de raspados en la playa hasta el gran hotel con vista al mar, todos se benefician de esta ola de prosperidad.

Mazatlán, la perla del Pacífico, brilló con luz propia, atrayendo a más de 607 mil turistas, incluyendo a los miles de cruceristas que desembarcaron para explorar sus encantos. La imagen de familias disfrutando del malecón, el bullicio en los restaurantes de mariscos frescos y la música vibrante en las plazas, pintan un cuadro de éxito turístico. Y no solo Mazatlán, Navolato y Angostura también se vistieron de gala para recibir a miles de visitantes que buscaban experiencias auténticas y la calidez de la gente sinaloense.

El 91% de ocupación hotelera en Mazatlán habla por sí solo. Imaginen hoteles llenos de vida, con familias creando recuerdos inolvidables. Este éxito no es casualidad, sino el resultado de una oferta turística diversificada, que va desde la riqueza cultural y gastronómica hasta las actividades recreativas para todos los gustos. Y no olvidemos el promedio de 83% de ocupación en el resto del estado, demostrando que la magia de Sinaloa se extiende a cada rincón de su territorio.

La seguridad, un factor crucial para el turismo, fue una prioridad. El operativo desplegado por Protección Civil, con más de 2,300 elementos y una logística impecable, garantizó la tranquilidad de los visitantes. Desde las playas hasta los centros ceremoniales, la presencia de paramédicos, bomberos y voluntarios brindó una sensación de seguridad que permitió a las familias disfrutar plenamente de sus vacaciones. El saldo blanco, con rescates exitosos y atenciones médicas oportunas, es un testimonio de la eficiencia y la preparación de los cuerpos de auxilio.

La Semana Santa en Sinaloa no se limita al sol y la playa. La riqueza cultural y espiritual del estado se manifestó en la afluencia a los centros ceremoniales, donde miles de personas se conectaron con sus tradiciones y creencias. Esta dimensión espiritual enriquece la experiencia turística y ofrece una perspectiva única sobre la identidad sinaloense.

El Gobernador Rubén Rocha Moya destacó la importancia de la coordinación entre las diferentes instancias para lograr estos resultados. La sinergia entre corporaciones de seguridad, fuerzas armadas y autoridades civiles creó un ambiente de confianza y orden que fue fundamental para el éxito de la temporada vacacional.

En resumen, la Semana Santa 2025 ha dejado una huella imborrable en Sinaloa. No solo por las cifras históricas de derrama económica y afluencia turística, sino por la confirmación de que el estado cuenta con la infraestructura, la logística y la hospitalidad para recibir a visitantes de todo el mundo. Sinaloa se proyecta con fuerza en el panorama turístico nacional e internacional, y se prepara para seguir recibiendo con los brazos abiertos a quienes buscan experiencias inolvidables en un destino lleno de magia y tradición.