La alcaldesa Sandra Cuevas y la curiosa "maldición" de la foto: ¿Coincidencia o simple superstición?

El internet, ese vasto universo de información y desinformación, ha vuelto a poner a Sandra Cuevas, exalcaldesa de la Cuauhtémoc, en el centro de la conversación. Esta vez, no se trata de sus políticas públicas ni de sus controversias, sino de una peculiar teoría que la relaciona con el fallecimiento de diversas personalidades, incluyendo, sorprendentemente, al Papa Francisco. Todo a raíz de una simple fotografía.

La premisa es sencilla, casi infantil: quienes se fotografían con la política mexicana parecen estar destinados a un final inminente. Por supuesto, la lógica y la razón se ausentan en esta narrativa. Se trata de una superstición, un rumor que se propaga con la velocidad de un incendio forestal en la era digital. Y aunque el tono es predominantemente humorístico, con un toque de morbo y sorpresa, la teoría ha cobrado una fuerza inusitada en redes sociales.

La lista de "afectados" por la supuesta maldición incluye figuras del espectáculo mexicano como Paquita la del Barrio, Dulce e Ignacio López Tarso, artistas de renombre y trayectorias consolidadas. La inclusión del Papa Francisco, tras una fotografía con Cuevas durante su visita al Vaticano, elevó la teoría a niveles insospechados, convirtiéndola en un fenómeno viral. Cabe destacar que, en todos los casos, se trataba de personas de edad avanzada, algunos con padecimientos preexistentes, lo que hace aún más evidente la falta de fundamento de esta creencia popular.

Sin embargo, la viralidad no entiende de lógica. La coincidencia temporal de las fotografías y los fallecimientos ha sido suficiente para alimentar la narrativa, generando una ola de memes, comentarios y especulaciones en redes sociales. Ante la avalancha de reacciones, la propia Sandra Cuevas ha respondido con humor, negando cualquier tipo de relación causal y pidiendo respeto. Incluso ha compartido algunos de los memes que circulan en la red, demostrando una actitud desenfadada ante la situación.

Recordemos que la visita de Cuevas al Vaticano, donde entregó al Papa Francisco una bandera mexicana y le pidió una bendición para el país, fue un evento público y documentado. La posterior muerte del pontífice, a causa de un ictus cerebral que le provocó un coma e insuficiencia cardiocirculatoria irreversible, fue una noticia que conmocionó al mundo. Asociar ambos eventos es, cuanto menos, una falta de sensibilidad.

En su mensaje de condolencias, publicado en redes sociales, Cuevas expresó su pesar por el fallecimiento del Papa Francisco: "Descanse en paz Papa Francisco, gracias por todo y hasta siempre; hoy está en un lugar donde no existe la maldad, ni el dolor, está en el paraíso con nuestro Dios". Un mensaje que contrasta con el tono jocoso de la "maldición" que circula en internet.

En definitiva, la teoría de la foto maldita de Sandra Cuevas no es más que una muestra de la capacidad de las redes sociales para amplificar rumores y supersticiones. Una anécdota curiosa, sin duda, pero que no debe distraernos de la realidad: la muerte es un proceso natural, inevitable, y asociarla a una simple fotografía es una trivialización irrespetuosa. El humor y el morbo no deben eclipsar el respeto y la sensibilidad ante la pérdida de una vida, sea la de una figura pública o la de cualquier ser humano.