
21 de abril de 2025 a las 04:00
¡Marcha cannábica 20 de abril en CDMX!
El humo se elevaba, denso y aromático, mezclándose con el aire primaveral de la Ciudad de México. No era el humo de la contaminación, tan habitual en la capital, sino el aroma inconfundible del cannabis, que este 20 de abril perfumaba la atmósfera de reivindicación y fiesta. Cientos de personas, unidas por la misma causa, transformaron las calles en un río verde que fluía desde el Ángel de la Independencia, símbolo de la libertad, hasta el corazón palpitante del centro histórico. Más allá del festejo, palpable en la música, los tambores y las risas, se respiraba un aire de esperanza, la expectativa de un cambio largamente esperado.
Este 20 de abril no fue solo una celebración del Día Internacional de la Marihuana, sino una declaración de principios, un grito colectivo que resonó en las paredes de los edificios gubernamentales. La legalización, el autocultivo, el fin de la criminalización, el acceso a espacios seguros para el consumo… demandas que, como semillas sembradas en tierra fértil, han ido germinando en la conciencia social. Ya no se trata solo de un grupo minoritario, sino de una corriente que crece, impulsada por la evidencia científica, la experiencia internacional y, sobre todo, por la convicción de que la prohibición ha fracasado.
Desde las primeras horas del día, la energía se sentía en el aire. Los puntos de encuentro habituales, como el Parque Francisco Primo de Verdad y Ramos, bullían de actividad. Jóvenes, adultos, incluso familias enteras, compartían experiencias, información y, por supuesto, la propia planta en sus múltiples formas. El "Festival 4:20 Nacional 2025" no fue solo un evento musical, sino un foro de debate, un espacio para visibilizar la cultura cannábica en toda su riqueza y complejidad. Las voces, antes silenciadas por el estigma y el miedo, se alzaron con fuerza, exigiendo un trato digno y el reconocimiento de sus derechos.
Mientras tanto, en el Monumento a la Madre, la lucha tomaba un cariz distinto, pero igualmente poderoso. El festival "4:20 por Nuestros Derechos y el Cannabis" se convertía en un punto de encuentro entre el activismo cannábico y las reivindicaciones feministas y artísticas. La presencia de mujeres, compartiendo productos derivados del cannabis –desde gomitas y brownies hasta guacamole infusionado–, reafirmaba la importancia de la planta en diversos ámbitos, desde el medicinal hasta el gastronómico, y la necesidad de una regulación que contemple todas sus facetas.
La marcha, un torrente verde que avanzaba por Paseo de la Reforma y avenida Juárez, se convertía en un símbolo de la lucha pacífica pero persistente. Las consignas, coreadas con entusiasmo, resonaban en el asfalto: "¡24/7 la vivo 4:20!", "¡Cannabis legal ya!". Cada paso, cada voz, era un recordatorio a las autoridades de la urgencia de abordar la regulación del cannabis de manera integral y responsable.
La prohibición, como se repitió a lo largo de la jornada, no ha frenado el consumo, sino que ha creado un mercado negro violento y corrupto, marginando a quienes usan la planta y alimentando la inseguridad. La legalización, por el contrario, ofrecería la oportunidad de controlar la producción y distribución, generar ingresos fiscales, promover la investigación científica y, sobre todo, garantizar los derechos de las personas usuarias.
El 20 de abril de 2025 dejó una huella imborrable en la Ciudad de México. La semilla de la legalización, sembrada hace tiempo, está a punto de germinar. La pregunta ya no es si el cannabis será regulado, sino cuándo y cómo. La sociedad mexicana, a través de la voz de miles de manifestantes, ha dejado claro su deseo de un cambio. Ahora, la responsabilidad recae en los legisladores y autoridades federales. El futuro del cannabis en México está en sus manos.
Fuente: El Heraldo de México