La tensión se palpa en el aire de la Prepa 5. El eco de dos explosiones retumba aún en los oídos de la comunidad estudiantil, generando una ola de incertidumbre y temor. Alrededor del mediodía de este lunes, la tranquilidad de la Escuela Nacional Preparatoria número 5 “José Vasconcelos” se vio abruptamente interrumpida por dos detonaciones que obligaron a la evacuación inmediata del plantel. Las redes sociales se convirtieron en el epicentro de la información, con estudiantes compartiendo mensajes de alarma y videos que mostraban la confusión y el pánico reinantes.

Según testimonios que circulan en redes, la primera explosión se registró aproximadamente a las 12:13 horas en el edificio A, entre los salones A106 y A105. Se habla de un artefacto de fabricación casera, una hipótesis que, de confirmarse, elevaría la gravedad del incidente a niveles alarmantes. Tan solo tres minutos después, a las 12:16, una segunda detonación sacudió el edificio D, específicamente entre los salones D150 y D130. En este caso, el penetrante olor a pólvora percibido por los presentes refuerza la teoría del uso de explosivos.

La información preliminar apunta a que la primera explosión se originó por la detonación de un petardo dentro de un salón de clases. El fuerte ruido y la densa columna de humo que se desprendió provocaron la alarma inmediata de estudiantes, profesores y personal administrativo. La rápida reacción de las autoridades escolares permitió la evacuación preventiva del plantel, evitando, al menos hasta el momento, que se reporten heridos.

La presencia del equipo antibombas “Zorros” de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) da cuenta de la seriedad con la que se está tomando este incidente. Los especialistas se encuentran inspeccionando minuciosamente las áreas afectadas en busca de cualquier indicio que ayude a esclarecer las circunstancias de las explosiones y a identificar a los responsables. La pregunta que todos se hacen es: ¿se trata de una broma pesada, un acto de vandalismo o algo más siniestro?

La incertidumbre se agrava aún más si consideramos que este incidente ocurre apenas tres semanas después de una amenaza de bomba en la misma institución. En aquella ocasión, la rápida intervención del Heroico Cuerpo de Bomberos permitió descartar la presencia de explosivos. Sin embargo, este nuevo episodio despierta la preocupación sobre la seguridad en el plantel y la necesidad de reforzar las medidas de prevención.

Hasta el momento, ninguna autoridad, ni la UNAM, ni la alcaldía Tlalpan, ni la SSC, ha emitido un comunicado oficial. La falta de información oficial alimenta la especulación y la ansiedad en la comunidad estudiantil, que espera con impaciencia noticias que arrojen luz sobre este preocupante suceso. ¿Qué medidas se tomarán para garantizar la seguridad de los estudiantes? ¿Se reforzará la vigilancia en el plantel? ¿Se investigará a fondo para dar con los responsables? Estas son algunas de las preguntas que exigen una respuesta pronta y clara por parte de las autoridades. La comunidad estudiantil, padres de familia y la sociedad en general, merecen saber qué está sucediendo y qué acciones se implementarán para prevenir futuros incidentes. La seguridad de nuestros jóvenes no puede quedar en entredicho.