21 de abril de 2025 a las 14:10
El Papa Francisco regresa a la Casa del Padre
El mundo se despierta conmocionado. La noticia, un mazazo inesperado que resuena en cada rincón del planeta: el Papa Francisco ha fallecido. Una profunda tristeza embarga a millones de fieles que hoy lloran la partida de un líder espiritual que trascendió las barreras de la religión para abrazar la humanidad en su totalidad. El anuncio, pronunciado con voz quebrada por el Cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Romana Iglesia, ha dejado un vacío inmenso en el corazón de la Iglesia Católica y en el mundo entero. "Ha regresado a la casa del Padre", palabras sencillas que encierran la magnitud de una pérdida irreparable.
La mañana del 21 de abril quedará grabada en la memoria colectiva como el día en que la luz de Francisco se apagó. A las 7:35, hora del Vaticano, el Obispo de Roma, el pastor que guió a su rebaño con humildad y amor, dejó este mundo terrenal. Su legado, sin embargo, permanecerá vivo en cada acto de bondad, en cada gesto de compasión, en cada palabra de esperanza que inspiró a lo largo de su pontificado.
El Cardenal Farrell, con la voz cargada de emoción, recordó la vida de entrega y servicio del Santo Padre. Una vida dedicada a la propagación del Evangelio, a la defensa de los más vulnerables, a la construcción de puentes entre diferentes culturas y creencias. "Nos ha enseñado a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, coraje y amor universal", resonaron sus palabras en la transmisión en vivo de Vatican News, llevando consuelo a un mundo en duelo. Su especial atención a los pobres y marginados, su lucha incansable por la justicia social, su llamado a la protección del medio ambiente, son solo algunos de los pilares que sostienen el imponente legado de Francisco.
Apenas ayer, en la celebración del Domingo de Pascua, el Papa Francisco, con la serenidad que lo caracterizaba, ofreció su último mensaje al mundo: "Queridos hermanos y hermanas: Feliz Pascua". Una frase corta, pero llena de significado, un último testimonio de la fe inquebrantable que guió su vida. Posteriormente, cedió la palabra a Monseñor Diego Ravelli, maestro de ceremonias, para la lectura del mensaje Pascual, un gesto que ahora se reviste de una profunda melancolía.
En estos momentos de profunda consternación, la comunidad internacional se une en oración para honrar la memoria de un hombre excepcional. Líderes mundiales, representantes de diferentes religiones y millones de fieles alrededor del globo expresan su pesar y reconocen la invaluable contribución de Francisco a la construcción de un mundo más justo y fraterno. Su ejemplo de humildad, su compromiso con la paz, su voz profética que resonó en los foros internacionales, dejarán una huella imborrable en la historia de la humanidad. El mundo llora la partida de un pastor, de un líder, de un hombre bueno. El recuerdo de su sonrisa, de su mirada compasiva, de su abrazo fraterno, permanecerá vivo en el corazón de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y de aquellos que, a través de su mensaje, encontraron un camino de esperanza. ¿Cuál será el futuro de la Iglesia Católica sin su guía? ¿Quién recogerá el testigo de su lucha por los desamparados? Estas son las preguntas que resuenan hoy en un mundo que busca consuelo ante la pérdida de un líder espiritual excepcional. El camino a seguir está aún por definirse, pero la semilla de amor y esperanza sembrada por Francisco seguirá germinando en el corazón de la humanidad.
Fuente: El Heraldo de México