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21 de abril de 2025 a las 03:00
Chihuahua bajo arena: Impactantes imágenes
Chihuahua, una ciudad acostumbrada a la fuerza del desierto, vivió una tarde apocalíptica el 19 de abril. Lo que parecía una tarde normal, se transformó en un escenario digno de película de ciencia ficción. Una colosal tormenta de arena, un "haboob" de proporciones bíblicas, engulló la capital chihuahuense, pintando el cielo de un ocre amenazante y sumiendo a la ciudad en una inquietante penumbra.
Las redes sociales se convirtieron en el ojo del huracán informativo. Cientos de videos, grabados por ciudadanos atónitos, mostraban la implacable avanzada de la nube de polvo. Imágenes impactantes del Aeropuerto Internacional de Chihuahua, desvaneciéndose en la vorágine arenosa, se viralizaron, testimoniando la magnitud del fenómeno. La ciudad, normalmente vibrante, quedó silenciada, oprimida bajo el peso de la arena.
Aunque las tormentas de arena no son desconocidas en la región, un haboob de esta intensidad es un evento excepcional. Habituales en desiertos como el Sahara o en estados norteamericanos como Texas y Arizona, rara vez se habían manifestado con tal fuerza en la capital chihuahuense. Este fenómeno, cuyo nombre proviene del árabe y significa "explosión", es capaz de generar nubes de polvo de hasta 100 kilómetros de ancho y varios kilómetros de altura. Imaginen la inmensidad, la fuerza bruta de la naturaleza desencadenada sobre la ciudad.
La velocidad del viento, alcanzando rachas de hasta 100 kilómetros por hora, convertía cualquier desplazamiento en una auténtica odisea. La visibilidad se reducía a metros, obligando a los conductores a extremar las precauciones. Protección Civil de Chihuahua, a través de sus canales oficiales, emitió alertas a la población, instando a la prudencia y a seguir las recomendaciones de seguridad. Mensajes como: "Extrema precauciones al conducir. Reduce la velocidad y mantén una distancia segura entre vehículos. Utiliza luces encendidas para aumentar la visibilidad", se repetían insistentemente en redes sociales y medios de comunicación.
La incertidumbre se apoderó de los chihuahuenses. ¿Cuánto duraría este fenómeno? ¿Cuáles serían las consecuencias? La nube de polvo, imparable, continuaba su avance hacia el sur, dejando a su paso un paisaje desolado, cubierto por una fina capa de arena.
Más allá del impacto visual, el haboob dejó una serie de interrogantes. ¿Es este un fenómeno aislado o la manifestación del cambio climático? ¿Estamos preparados para afrontar eventos meteorológicos de esta magnitud? La experiencia vivida en Chihuahua nos recuerda la fuerza impredecible de la naturaleza y la importancia de estar preparados para enfrentar sus embates. La ciudad, bajo el manto de arena, se convirtió en un testimonio silencioso de la vulnerabilidad humana ante las fuerzas de la naturaleza.
Fuente: El Heraldo de México