21 de abril de 2025 a las 15:10
Adiós a un líder: Francisco, una vida de servicio.
El mundo se despierta conmocionado ante la noticia del fallecimiento del Papa Francisco. Una figura que trascendió las barreras de la religión para convertirse en un símbolo global de esperanza, humildad y compromiso con los más desfavorecidos. Las palabras de la Presidenta Claudia Sheinbaum, "un humanista que optó por los pobres, la paz y la igualdad", resuenan con fuerza, encapsulando la esencia de un pontificado marcado por la cercanía con la gente, la defensa de los derechos humanos y la lucha incansable por un mundo más justo.
Su legado, un "gran legado de verdadero amor al prójimo", como bien lo describe la mandataria, se extiende más allá de las fronteras del Vaticano. Desde su elección en 2013, el Papa Francisco conquistó corazones con su sencillez, su mensaje de inclusión y su firme convicción de que la Iglesia debía estar al servicio de todos, especialmente de los marginados. Recordamos sus gestos simbólicos, como lavar los pies a los presos, abrazar a los enfermos y tender la mano a los refugiados, imágenes que quedarán grabadas en la memoria colectiva como testimonio de su profunda humanidad.
La Presidenta Sheinbaum, quien tuvo el "gran honor y privilegio" de conocerlo personalmente hace menos de un año, expresa el sentir de millones de personas, tanto católicas como no católicas, al reconocer la "gran pérdida" que representa su partida. Ese encuentro, sin duda, dejó una huella imborrable en la mandataria, quien hoy se une al duelo global por la pérdida de un líder espiritual que supo tender puentes entre diferentes culturas y creencias.
El Papa Francisco no solo predicó la compasión y la solidaridad, sino que las vivió en cada uno de sus actos. Su voz se alzó con firmeza contra la injusticia social, la desigualdad económica y la degradación ambiental. Nos invitó a construir un mundo donde la fraternidad y la paz fueran los pilares fundamentales, un mundo donde nadie quedara excluido. Su mensaje resonará por generaciones, inspirando a líderes y ciudadanos a trabajar por un futuro más humano y solidario.
En estos momentos de profundo dolor, la comunidad internacional se une en oración y reflexión. La figura del Papa Francisco permanecerá viva en el corazón de quienes creyeron en su mensaje de amor y esperanza. Su legado nos invita a seguir construyendo un mundo mejor, un mundo donde la dignidad humana sea el centro de todas nuestras acciones. Descanse en paz, un verdadero pastor de la humanidad. Su ejemplo nos guía hacia la luz.
Fuente: El Heraldo de México