
20 de abril de 2025 a las 09:20
México: ¿rendirse o resistir?
El estilo de gobierno de Trump, basado en la lealtad ciega y la amenaza constante, se asemeja preocupantemente a la fórmula propuesta por López Obrador: 90% lealtad, 10% eficiencia. Este enfoque, donde la eficiencia y el conocimiento son relegados a un segundo plano, ha dado lugar a una serie de errores y controversias en la administración estadounidense. La pregunta crucial para México es cómo navegar en estas turbulentas aguas, discerniendo si la mejor estrategia es la concesión total o la resistencia firme ante las crecientes presiones de Washington.
Un ejemplo paradigmático de la táctica trumpiana se observa en su interacción con la Universidad de Harvard. Funcionarios de su gobierno enviaron una carta exigiendo control sobre la selección del personal docente, buscando asegurar la "lealtad" a los valores estadounidenses y la expulsión de aquellos considerados "perniciosos". Ante el rechazo categórico de Harvard, la Casa Blanca amenazó con retirar miles de millones de dólares en fondos federales. Posteriormente, en un giro sorprendente, el gobierno de Trump se retractó, alegando un "error" en el envío de la carta. Sin embargo, la credibilidad de esta versión es cuestionada por Harvard, que interpreta la maniobra como una táctica de intimidación típica de la administración Trump: atacar, agredir, intimidar y luego, con aparente amabilidad, buscar un acuerdo.
Esta misma estrategia se repite en el escenario internacional. En Ucrania, Trump inicialmente excluyó a Kiev de las negociaciones de paz, menospreció públicamente a Zelensky y retiró el apoyo militar, intentando forzar la aceptación de las condiciones de Moscú. El fracaso de estas amenazas, seguido de halagos infructuosos, demuestra la ineficacia de este método. En Gaza, la exigencia de un acuerdo con Israel, bajo la amenaza de un "infierno", contrasta con la promesa posterior de convertir Gaza en un lujoso resort. Mientras tanto, la violencia continúa sin cesar. Con Irán, la oferta de negociaciones sobre su programa nuclear se vio ensombrecida por la amenaza de un bombardeo "sin misericordia" si no se alcanzaba un acuerdo. La retórica apocalíptica, propia de un fervor religioso, subraya la agresividad de la propuesta.
La guerra comercial, con la imposición generalizada de aranceles, es otro ejemplo de la disrupción causada por las políticas de Trump. Esta estrategia, que ha generado turbulencias en la economía global, conllevando el riesgo de una recesión mundial, ilustra la magnitud del impacto de sus decisiones. Desde Ucrania y Gaza hasta África, y potencialmente extendiéndose a Canadá, Groenlandia, el Ártico y Latinoamérica, la sombra de la confrontación se cierne sobre el mundo.
México ha experimentado de primera mano esta táctica. La amenaza de represalias por la disputa del agua con Texas, la intensificación de la lucha contra el crimen organizado –con el gobierno mexicano presentando decomisos como prueba de su obediencia–, la dispersión de las caravanas migrantes y la aceptación silenciosa de los deportados, son ejemplos de la sumisión de México ante las presiones de Trump. Mientras tanto, las conversaciones telefónicas entre los mandatarios se describen como "fructíferas", a pesar de la imposición de aranceles ilegales por parte de Estados Unidos a la industria mexicana.
Ante esta realidad, surgen interrogantes cruciales: ¿Qué beneficios obtiene México con su política de prudencia y complacencia? ¿A qué precio se compra el aplauso de Trump? La opacidad del gobierno mexicano exige mayor transparencia e información para comprender las concesiones que se están realizando y sus implicaciones a largo plazo para el país. La necesidad de un análisis profundo y un debate público sobre la relación bilateral se vuelve imperativa ante la complejidad y la incertidumbre del escenario actual.
Fuente: El Heraldo de México